"Fueron precisamente ellos quienes elaboraron la idea de una economía social de mercado, un modelo de desarrollo del Estado de bienestar, luego acogido por los socialdemócratas". (Ilustración: Víctor Aguilar Rua)
"Fueron precisamente ellos quienes elaboraron la idea de una economía social de mercado, un modelo de desarrollo del Estado de bienestar, luego acogido por los socialdemócratas". (Ilustración: Víctor Aguilar Rua)

El pensamiento socialcristiano tiene una serie de fuentes que se remontan al Antiguo y Nuevo Testamento, al Derecho Natural, a los escritos de los padres y los doctores de la Iglesia, a los concilios ecuménicos, encíclicas papales y a los pensadores cristianos laicos como Emmanuel Mounier, Jaques Maritaine, Nicolas Bardieff y Gabriel Marcel, entre otros. Se gestó en Alemania, Francia e Inglaterra a partir de 1898. Luego continuó su expansión por Austria, Suiza e Italia. En este último, destacan los esfuerzos de Don Sturzo, fundador del partido Popular Cristiano.

La reforma que se llevó a cabo en Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial, inicialmente fue conducida por el partido democratacristiano y en los últimos años ha tenido una destacada e importante gestión bajo el liderazgo de Ángela Merkel. Fueron precisamente ellos quienes elaboraron la idea de una economía social de mercado, un modelo de desarrollo del Estado de bienestar, luego acogido por los socialdemócratas.

El creador del término “economía social de mercado” en Alemania fue Alfred Muller Armack. Para él, esta no es un sistema científico cerrado, sino un modelo de organización práctico de la economía y la sociedad. Una guía en la que hay dos elementos constitutivos: la economía de mercado y el carácter social de la economía.

El 23 de abril de 1947, se realizó en Montevideo una reunión promovida por el pensador socialcristiano uruguayo Dardo Regules, donde participaron Eduardo Frei (Chile), Manuel Ordóñez (Argentina) y Alceu Amoroso Lima (Brasil). En este evento se elaboró un documento que estableció las bases y objetivos del movimiento democratacristiano latinoamericano. De esta forma se creó la Organización Democratacristiana de América, que se anticipó 14 años a la Organización Mundial Democratacristiana.

Los partidos socialcristianos fueron gobierno en dos veces tanto en Chile como Venezuela y Ecuador. Los socialcristianos peruanos han participado en nuestra política a través de dos agrupaciones: Democracia Cristiana y el Partido Popular Cristiano. El primero fundado a la vez en Arequipa y Lima, el segundo fue producto de una ruptura en 1967 debido a diversos factores ideológicos, políticos y de liderazgo. Si bien no lograron alcanzar la presidencia, tuvieron una destacada labor desde su fundación, participando en elecciones, integrando el Congreso y formando alianzas, principalmente con Acción Popular y el Apra. Además, Luis Bedoya Reyes fue elegido dos veces alcalde de Lima y su obra es reconocida en todo el país.

El primer pensador socialcristiano de fuste fue Víctor Andrés Belaunde, quien en su obra “La realidad nacional” expone un largo programa de reformas desde una perspectiva socialcristiana. Pero hay otros exponentes de esta ideología como José Luis Bustamante y Rivero (“Mensaje al Perú”), Héctor Cornejo Chávez (“Una tercera posición”) y Antonino Espinoza Laña (“Valores para la acción”).

Destaca una primera generación de democratacristianos como Ernesto Alayza Grundy, Mario Alzamora Valdez, Juan Chávez Molina, Javier de Belaunde, Róger Cáceres Velásquez, Valentín Paniagua –luego militante de Acción Popular y presidente tras la fuga de Fujimori–, Roberto Ramírez del Villar, Felipe Osterling Parodi y Ántero Flores-Aráoz.

La segunda generación está conformada por una pléyade de militantes que han destacado, no solo como políticos, sino muchos de ellos como académicos e intelectuales, como Carlos Cobián, Francisco Guerra García, Rolando Ames, Manuel Iguiñiz, Carlos Blancas Bustamante, Enrique y Manuel Bernales, Henry Pease, Rafael Roncagliolo, Alfredo Filomeno, César Delgado Barreto y Eduardo Gómez de la Torre. Algunos de ellos, luego de retirarse de dicho partido, fundaron el partido socialista comunitario, inspirados en el pensamiento de Mounier.

En este contexto es importante destacar la participación socialcristiana femenina, con las candidaturas a la presidencia de Lourdes Flores Nano y la reciente labor de Marisol Pérez Tello. Como PPC, los socialcristianos participaron sin éxito en la primera vuelta de estas elecciones.

Hay un Instituto de Estudios Social Cristiano que preside Armando Borda y acaba de editar un excelente libro donde varios autores hacen propuestas de gobierno desde su visión del mundo.