(Fotos: GEC)
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Daniela Meneses

“Las consecuencias de la ideologia de género en la educacion de los niños del Peru con link aberrantes, provocaron la ira de Dios, esto no es más que una señal de advertencia” (sic). El comentario era de un usuario de Twitter, que respondía a un mensaje del presidente … sobre el terremoto. Insultos y burlas no se hicieron esperar.

Insultos y burlas. Esas son las actitudes que causa en un sector de la población. Y aunque estoy en completo desacuerdo con el movimiento, aunque creo que su lucha es incorrecta e intolerante, que su concepción del género es dañina, que no existe algo así como la “homosexualización”, y que el currículo educativo debe mantenerse, creo también que en nuestro afán por condenar al movimiento estamos haciendo una de las cosas por las que lo criticamos: estamos dejando de ver al otro.

Si viéramos al otro, es decir, si viéramos a quienes apoyan a CMHNTM, encontraríamos, primero, diversidad. Como ha dicho Fernando Alayo , es cierto que hay un sector que parece querer convertir al movimiento en un partido político. Y, agregaría, es un sector que hay que ver con muchísima preocupación. Pero esa no es toda la historia. De hecho, quiero más bien detenerme en aquellas otras personas –no sabemos qué porcentaje representan– que no parecen tener más agenda que la que les dicta su religión.

La actividad de CMHNTM comenzó a verse a finales del 2016. Durante varios meses del 2017, me dediqué a leer las entradas en el grupo de Facebook del mismo nombre para mi tesis de maestría en Políticas Públicas en University College London, que saldrá pronto publicada en una versión editada en la revista de antropología de la PUCP. Quizás por haber leído varios miles de comentarios en esa página es que no me sorprendió que se relacionara el terremoto con la así llamada ideología de género. Durante , por ejemplo, algunos comentarios decían lo siguiente: “El castigo del Cielo –con Apus incluidos– está cayendo sobre el gobierno de PPK” (sic). “Esto que está pasando con los desbordes de rios y huaycos son un juicio de Dios contra el Gobierno del Perú” (sic).

Este tipo de frases, sin embargo, no era demasiado frecuente. En cambio, una idea mucho más repetida en la página era que nos encontramos en una “guerra” contra la “ideología de género”, en la que Jesús y Dios son los “capitanes”. La homosexualidad es “un espíritu diabólico Que se le mete a la persona” y por eso los fieles intentan guiar, como una suerte de pastores, a los pecadores al arrepentimiento y cambio: “[…] justamente porque los amamos [a los homosexuales] les decimos ARREPIENTANSE Dios los ama” (sic).

Uno de los puntos más importantes para entender a quienes comparten estas creencias es pensar qué es lo que está en juego para ellos: la condena eterna. En efecto, una idea que se repite también constantemente, citando a Corintios 6:9, es que “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios”. Dios es entendido como “amor... pero también fuego consumidor” y en la página se pueden ver interacciones donde se insta a participantes que manifiestan ser homosexuales a que se arrepientan, porque si no, irán al infierno.

Como decía, es difícil saber cuántas personas detrás del movimiento hoy en día están motivadas por razones no políticas, sino religiosas. Pero las hay. Esto no las hace tener razón, no justifica que intenten imponer su concepción discriminadora ni que esparzan mentiras en las protestas. Pero sí nos indica, creo, que el fenómeno es complejísimo y que estamos frente a ideas alimentadas por el temor, y no cualquier temor: el temor eterno.

Indica también que nuestro acercamiento al problema no puede ignorar la religión, porque es a través de la religión que están entendiendo la sociedad. Esta mirada es importante, porque nos advierte, por ejemplo, que no será suficiente apelar a la ciencia allí donde esta y la religión se entienden tan ligadas que incluso quienes apoyan a CMHNTM se basan en ella; o, mejor dicho, dicen o creen basarse en ella: “Está científicamente comprobado que sólo hay 2 géneros, xfavor no inventen algo sólo para tener la razón, inclusive muchos psicólogos están de acuerdo con la ciencia y bueno da la casualidad q coincide con la religión” (sic).

De hecho, quizás la respuesta esté en aproximaciones más inclusivas que, desde la propia religión, hacen personas como Guillermo Flores, evangélico con una posición crítica hacia CMHNTM que publicaba . No lo sé. Pero sí sé que no llegaremos muy lejos si no tratamos de comprender al otro. Y, en este caso, esto implica verlos de cerca y entender cómo la religión está en el centro de sus identidades.