La ley nuestra de cada día, por Alfredo Bullard
La ley nuestra de cada día, por Alfredo Bullard
Alfredo Bullard

Primera clase de Derecho. El profesor entra y mira a sus alumnos. Circunspecto toma lista. Luego le dice a la clase: “Ustedes han escogido la carrera más importante de todas. Tienen que entender y aplicar las normas jurídicas que regulan la conducta de todos y cada uno de los ciudadanos. Y para eso el principio más importante (y que les dará de comer) es…” hace una pausa y, con una sonrisa borrosa, continúa “…la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”.

Fernando estaba en la clase. Quería ser abogado. Y la frase lo entusiasmó. “Todos los ciudadanos necesitan de abogados porque tienen que conocer la ley. Trabajo no me va a faltar” pensó.

Todos los días las personas son puestas en la cárcel, obligadas a pagar impuestos o a hacer trámites en y dependencias públicas. Son forzadas a pagar deudas, multas o a pasar alimentos a sus familias. Tienes que entender los requisitos para inmigrar o conocer cuáles son tus derechos laborales o las reglas de tránsito. El Derecho está en todo. Las normas están tan presentes en la vida misma como el aire que respiramos.

Pero el entusiasmo a Fernando le duró poco. A los pocos días leyó un interesante informe preparado por Gaceta Jurídica (“Perú: país de las leyes 2014”). Según ese informe, existen en el Perú cerca de 600,000 normas jurídicas vigentes. Cada 6 minutos se produce una norma (240 normas diarias). Solo en el 2014 se emitieron 20,000. Y la cifra crece cada año. En el 2014 se produjeron 10% más leyes que las que se crearon en el 2013. Muy por encima del porcentaje de .

Comenzó a hacer cálculos sencillos. En realidad, son mucho más que 600,000. Esos son cuerpos legales, pero cada cuerpo tiene en realidad varios artículos. Cada artículo es una norma. Es más: a veces hay más de una norma por artículo. Abrió el . Calculó, conservadoramente, que cada cuerpo normativo tiene, en promedio, como 30 artículos y unas 6 páginas en formato A4.

En realidad, en el Perú existen cerca de 20 millones de normas vigentes que hay que conocer para cumplir con no ser ignorante de la ley. Y estas cubren más de tres millones y medio de páginas. Leerlas rápido (minuto y medio por página, sin estudiarlas mucho y, obviamente, sin memorizarlas) toma 5 millones cuatrocientos mil minutos, es decir 3,750 días, más de diez años sin dormir ni comer ni ir al baño. Si solo dedicara 8 horas al día a leer le tomaría más de 30 años terminar.

Esto de ser abogado es una locura. Evitar la ignorancia de la ley es imposible. Es demasiada responsabilidad eso de conocer la ley para proteger a los ciudadanos. Y todo sin considerar que, según el informe de Gaceta Jurídica, las normas son contradictorias, no son reglamentadas, se modifican sin orden ni sentido o simplemente no se cumplen. El Código Penal, que solo tiene 452 artículos, se ha modificado casi 600 veces desde su entrada en vigencia.

Curiosamente, la ley 26889, dada para sistematizar y ordenar el contenido de las normas, es ignorada e incumplida. ¿Cómo es eso de que la ignorancia de la ley no excusa su incumplimiento cuando quienes dan esas leyes ignoran las normas que deben cumplir?

Fernando recordó entonces una frase de John Locke: “Las leyes se hicieron para los hombres, y no los hombres para las leyes”. La obligatoriedad de la ley imposible de conocer se convierte entonces en esclavitud imposible de emancipar. El problema no es entonces la ignorancia de la ley sino la ignorancia de quienes hacen las leyes. Según Locke, no son los hombres quienes ignoran las leyes, sino las leyes las que ignoran a los hombres.

Fernando concluyó que era muy difícil e irresponsable estudiar Derecho y que su profesor era un inepto. Se cambió de carrera. Hoy estudia física cuántica.