En esta edición del programa Cara y Sello, los extitulares del Ministerio del Interior Miguel Hidalgo y Rubén Vargas conversan sobre la posibilidad de aplicar la medida de brindar armas a la población en el país en el marco de un aumento significativo de la delincuencia.
En un primer momento, ambos invitaron coincidieron en que armar a la población –como lo está haciendo Ecuador– es una equivocación. No se debe utilizar como campaña para enfrentar estos problemas.
Vargas señala que la evidencia señala que los países que han incorporado esta legislación como una manera de enfrentar la criminalidad es que se ha producido el aumento de la violencia. El resultado es que la violencia ha disparado los niveles de delitos y están buscando programas para desincentivar la posesión de armas. Menciona que es una especie de mensaje que viene por parte del gobierno de que “no se puede hacer cargo de la delincuencia, entonces háganlo ustedes”.
Hidalgo, por su parte, señala que si un Estado renuncia al monopolio de la fuerza y lo carga sobre la población ya está empezando mal pues aumentan las percepciones de inseguridad, incidentes por mal manejo de armas, suicidios, etc. Las armas no solucionan esos problemas de fondo. Destaca que una norma con estas características no hace más que hacer que el Estado renuncie a sus responsabilidades y poner en riesgo a la población.
Rubén Vargas menciona que el uso de armas en el Perú está creciendo mucho, pues hay una recirculación de estas. Recuerda que el origen de la mayoría de armas que utiliza el mercado negro viene de forma legal y formal. Por ello, ahora los delitos más graves utilizan cada vez con mayor frecuencia armas de fuego y no se está haciendo nada para controlar su ingreso.
Se comentó sobre la norma impuesta para que los serenos posean armas no letales. Ante ello, Hidalgo indicó que cualquier persona que vaya a tener un arma, debe someterse a una revisión y preparación. Así también, hay que hacer un trabajo de control muy especial en las armas de las Fuerzas Armadas. Respecto a lo anterior, Vargas afirmó que las licencias están mal reguladas y eso genera que crezca el mercado negro.