Raurau, el fabricante de paros, por Pedro Ortiz Bisso
Raurau, el fabricante de paros, por Pedro Ortiz Bisso
Redacción EC

¡Basta ya! Es momento de poner coto a tanta injusticia. Es hora de que los limeños  reflexionemos y, de una vez por todas, reconozcamos el valor de un personaje al que, a pesar de su tenacidad y tozudez inquebrantables demostradas en innumerables ocasiones a lo largo de los años, no hemos calibrado en su exacta dimensión.

Dediquemos al menos un minuto de nuestro tiempo para que, con la mano sobre el pecho  –y, si quieren, el gesto contrito–, establezcamos cuál es el lugar que le corresponde a don Julio Raurau, el pertinaz –y fracasado– organizador de paros de transportistas, el eterno enemigo de cualquier amago de reforma que permita romper con el establishment del transporte público en nuestra capital.

Ayer, por enésima vez, volvió a irse de narices. Apenas nueve personas lo acompañaron en el Campo de Marte, lugar desde donde iba a congregarse la temida ‘Marcha de los cuatro conos - Hombre máquina’, una movilización multitudinaria que iba a dejar a miles de personas varadas en los paraderos, retrasar las labores en colegios, universidades, oficinas, centros comerciales, bancos, grifos y otros, sumiendo a la ciudad en un caos irrefrenable.

La justificación para esta nueva y rotunda derrota de sus huestes ya es conocida: don Julio dijo que la poca convocatoria no fue ninguna sorpresa para su gremio (la llamada Corporación Nacional de Empresas de Transporte, mejor conocida como Conet), ya que la noche anterior la protesta fue cancelada.

¿Y por qué pretendían protestar? Como era de esperarse, porque no están de acuerdo con los cambios que busca realizar el Concejo de Lima a fin de acabar con los estropicios que oriones, chosicanos y otros nos entregan cada día.

Raurau, como no es difícil imaginar, también ha protestado por el monto de las papeletas, como si no supiera que existe una manera muy práctica de evitar pagar una multa: manejar bien y no incumplir el reglamento de tránsito.

Pero mucho cuidado: la última de don Julio debe poner  a todos los limeños en alerta. Ayer,  aprovechando la presencia del periodismo, anunció  que no descarta postular a la alcaldía metropolitana en las elecciones del 5 de octubre.

Es más, afirma haber conversado ya con tres agrupaciones políticas, aunque prefirió no identificarlas.

Ignoro, como seguramente muchos de ustedes, los conocimientos del señor Raurau sobre planificación urbana, ornato y control de la seguridad ciudadana (aunque a juzgar por experiencias recientes, eso parece lo menos importante para definir una candidatura).

En todo caso, no sería la primera vez que incursione en la política. Antes apoyó a Susana Villarán y hasta bailó con Gustavo Guerra García, cuando este postuló al Congreso, disfrazados como cantantes de Los Shapis en un programa de televisión.

No duden de que don Julio pondrá todo su esfuerzo y tesón si prospera su candidatura municipal. Y si pierde, ténganlo por seguro, ello no le hará bajar la cabeza. Finalmente, en cuestión de fracasos, nadie mejor que él.