"Alguien debería recordarle al Gobierno que nombrar a un médico de dudosas condiciones es un acto de negligencia criminal" (Ilustración: Giovanni Tazza).
"Alguien debería recordarle al Gobierno que nombrar a un médico de dudosas condiciones es un acto de negligencia criminal" (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Alonso Cueto

El lunes y martes pasado, algunos todavía esperaban una buena noticia. Circulaban rumores, anuncios, rostros y predicciones. Los nombres de Nieto y de Cevallos revoloteaban como aves sobre un nido de preguntas. Otros nombres inverosímiles sonaban en las redes sociales. La gente se preguntaba si algunas noticias notoriamente falsas eran posibles. Quienes no están a favor del Gobierno, pero seguían esperando que se enmendara por el bien de todos, aún sostenían una vela. Según algunos, era la última ocasión de guardar alguna esperanza. Cuando las noticias se acumulaban y se desmentían, vi una frase en las redes sociales: “Están jugando con nuestros nervios”.

Cuando la noticia del se supo, por fin, nos dimos cuenta de que el Gobierno no intentaba cambiar, sino empezar el mismo régimen por cuarta vez. buscaba a Torres tratando de encontrar un vigía y un defensor para una fortaleza sin murallas. Su único plan parecía defenderse y atrincherarse ganando votos para la investidura.

Como ocurrió la semana pasada, no hay juramentación sin escándalo. A los otros cuestionamientos del ministro de Salud se añade su hoy famoso video del “agua arracimada” con un despliegue de gestos histriónicos. A propósito, el doctor Elmer Huerta ha calificado la designación de Condori como “una vergüenza” y ha dicho que el “Perú no merece esto”.

Alguien debería recordarle al Gobierno que nombrar a un médico de dudosas condiciones es un acto de negligencia criminal. Lo único que se ha logrado es desinflar la moral de los buenos funcionarios del . La sustancia que Condori sigue promoviendo ganó, según Huertas, el Silver Fleece Award. Para lograrlo, fue considerado el producto con “las afirmaciones más ridículas, escandalosas, exageradas y científicamente desacreditadas sobre el envejecimiento y enfermedades relacionadas al crecimiento”. La información aparece en una publicación del Molecular Hydrogen Institute bajo el título “La creación de un mito”. ¿Un Gobierno que propone un Ministerio de Ciencia y Tecnología promueve a un ministro de la pseudociencia? ¿Quién puede tomar su propuesta en serio?

La sensación general de la noche del martes pasado era de decepción, pero no de sorpresa. En realidad, la única sorpresa fue que se deshiciera del ministro Cevallos. El principal mérito de Cevallos fue seguir trabajando con los que habían iniciado la vacunación en el Gobierno anterior. Esa decisión permitió que el sistema siguiera funcionando con la misma eficiencia hasta hoy.

El miércoles, en conferencia de prensa, el Gabinete ofreció algunas buenas noticias; entre ellas, su compromiso con la economía social de mercado. No hubo mención tampoco a una asamblea constituyente. Pero hoy el problema ya no es ideológico. Tener a personas de nula capacidad en puestos clave es iniciar el camino del saqueo del Estado Peruano. Gran parte de los ministros no tiene experiencia en los temas de su cartera. El cambio en las titulares del Ministerio de la Mujer es tan contradictorio que muestra el nulo interés del Gobierno en ese campo. La presencia de alguien sin ninguna experiencia en los temas del Ministerio de Cultura es un ejemplo de lo mismo. Por otro lado, se trata de un Gabinete con una ancha base de acusados por corrupción y violencia.

En el apogeo de la informalidad y el desgobierno, la reacción de los peruanos va a ser la frustración que se puede resolver en la indiferencia o la resignación. Resignarnos es un ejercicio en el que hemos estado entrenados durante muchos gobiernos. Pero la resignación tendrá un límite, que puede verse más temprano que tarde.

El presidente es el único responsable de su debacle, algo que ha ocurrido en pocos meses. No es para quitarse el sombrero.