María Cecilia  Villegas

Cada 39 minutos una niña, adolescente o es violada en el Perú. Solo en enero de este año ocurrieron 2.672 violaciones. En el 63% de los casos son menores de edad y en 83 casos de ellos la victima tiene entre cero y cinco años. Como la niñita de tres años que falleció en Hospital Honorio Delgado luego de ser violada por su tío. En las zonas rurales, una de cada cuatro niñas sufre sexual y es forzada a ser madre. El año pasado se identificaron en Condorcanqui más de 600 niñas ‘wampis’ que habían sido violadas. Pero la violencia de género está tan normalizada, que, en su momento, el ministro de Educación consideró que estas violaciones eran “prácticas culturales”.

Una de cada dos mujeres en nuestro país ha sido víctima de violencia por parte de su pareja. La violencia contra las mujeres es una realidad que enfrentamos a diario y es transversal a todos los estratos socioeconómicos y niveles de educación. Pero, ¿cuáles son sus causas? La violencia contra la mujer, en todas sus formas, es causada por el control que busca ejercer un hombre sobre una mujer. Es una muestra de poder y superioridad. En nuestro país se suele responsabilizar a las mujeres víctimas de violencia, sea porque provocaron al hombre con su forma de vestir, por haber tomado o por contestarle al marido.

Y aunque la violencia sexual y el feminicidio son las mayores manifestaciones de inequidad de género, no son las únicas. Las mujeres enfrentan enormes barreras para desarrollarse. El 55% de las niñas entre los ocho y 11 años en el Perú debe encargarse de las tareas de cuidado de la casa y los hermanos más pequeños durante el día mientras los padres salen a trabajar. Esto hace que muchas de estas niñas se atrasen en sus estudios y terminen dejando el colegio, privándoseles así de un futuro. Y, si bien el 59% de las mujeres nacidas entre 1995 y 1999 tiene educación superior frente a un 54% de los hombres, no tienen las mismas oportunidades salariales ni en acceso a posiciones de liderazgo.

Solo el 51% de las mujeres en edad de trabajar participa en el mercado laboral y, al comparar los ingresos de hombres y mujeres bajo las mismas condiciones, con similares niveles de educación, experiencia, trabajos y responsabilidades, encontramos que existe una diferencia salarial del 15% en promedio y que en algunos casos llega al 30%. Esta falta de equidad tiene un impacto económico importante, sobre todo porque uno de cada tres hogares peruanos es liderado por una mujer.

El 82% de las mujeres asume las labores del hogar y le dedica en promedio 27 horas a la semana, en comparación con solo el 16% de los hombres que asume estas tareas. Esta carga doméstica que recae principalmente sobre las mujeres hace que el 41% de las profesionales no regrese a trabajar luego del nacimiento de su primer hijo, perdiéndose así talento y experiencia.

Aunque siete de cada diez nuevos emprendimientos en el Perú son liderados por mujeres, las entidades financieras no les ofrecen créditos bajo las mismas condiciones que los que reciben las empresas dirigidas por hombres. Y, en muchos casos, los créditos están condicionados a la participación y evaluación del marido.

La inequidad de género es aún muy grande y requiere que todos nos involucremos. No podemos seguir actuando como si no existiera.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

María Cecilia Villegas es CEO de Capitalismo Consciente Perú

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