“[Uno de los problemas] es que, desde la guerra civil, Estados Unidos ha tenido una prohibición general de la intersección entre la banca y el comercio”.
“[Uno de los problemas] es que, desde la guerra civil, Estados Unidos ha tenido una prohibición general de la intersección entre la banca y el comercio”.
Matt Stoller

El 18 de junio, , en asociación con otras grandes corporaciones, anunció que lideraría el esfuerzo para crear una nueva moneda global llamada .

Por lo que sé, Facebook apunta a construir un nuevo sistema de pagos y moneda utilizando la tecnología blockchain. Facebook está poniendo en marcha una subsidiaria, Calibra, para “proporcionar servicios financieros” a personas y empresas, incluyendo ahorros, gastos y envío de dinero. Los estándares reales para la moneda serán administrados por una organización sin fines de lucro en Suiza, llamada Asociación Libra. La moneda tendrá su propio banco central conocido como la Reserva de Libra, y la junta será el comité de corporaciones que ayudó a establecerla.

Ya existen tales monedas alternativas –conocidas como –, pero esta será diferente. Actualmente, las criptomonedas están respaldadas únicamente por la disposición de los usuarios a aceptarlas, no porque tengan un valor intrínseco o estén respaldadas por algún gobierno. La libra, sin embargo, estará respaldada por reservas: si un usuario compra un dólar de libra, ese dólar probablemente se mantendrá en reserva en algún lugar, listo para ser reconocido cuando alguien venda esa libra.

Crear una moneda global es una decisión audaz de parte de Facebook, dado que este anuncio está ocurriendo a la par de que la red social es criticada o investigada por violaciones masivas a la privacidad, prácticas anticompetitivas en el mercado publicitario, erosiones a la prensa libre y fomento de la limpieza étnica.

Hay cuatro problemas centrales con la nueva moneda de Facebook. El primero es que organizar un sistema de pagos es una tarea complicada y difícil. Los cumplen con las regulaciones para prevenir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo, la evasión de impuestos y la falsificación. Recrear este sistema no es un proyecto que una institución con el nivel de privacidad y problemas técnicos, como Facebook, deba liderar.

El segundo problema es que, desde la guerra civil, Estados Unidos ha tenido una prohibición general de la intersección entre la banca y el comercio. Imagine que Calibra conozca el saldo de su cuenta y sus gastos, y que luego ofrezca vender a un minorista un algoritmo que maximizará el precio de lo que usted puede pagar por un producto. Imagine que este cartel tenga este tipo de visibilidad financiera no solo en muchos consumidores, sino también en empresas de toda la economía. Dichos conflictos de intereses son la razón por la cual los pagos y la banca están separados del resto de la economía en Estados Unidos.

El tercer problema es que este sistema financiero introduce un riesgo sistémico en la economía. Libra está respaldada, presumiblemente, por bonos y activos financieros que se mantienen en la Reserva de Libra. Pero, ¿qué sucede si hay un robo o una penetración del sistema? ¿Qué sucede si todos los usuarios desean vender la moneda al mismo tiempo? Si este sistema se entrelaza en la economía global de la forma en que Facebook espera, tendríamos que considerar un rescate público de un sistema de gestión privada.

Lo sentimos, pero no, gracias: no deberíamos configurar una red privada internacional de pagos que deba ser respaldada por los contribuyentes porque es demasiado grande para fallar.

Y el cuarto problema es el de la seguridad nacional y la soberanía. La habilitación de un flujo abierto de dinero a través de todas las fronteras es una opción política mejor ejecutada por los gobiernos. Y la apertura no siempre es buena. Con el éxito de una moneda paralela privada, las sanciones gubernamentales podrían perder su fuerza.

Hoy en día, los reguladores bancarios estadounidenses y los bancos centrales son contratados y despedidos por líderes elegidos públicamente. Los reguladores de pagos de libra serían contratados y despedidos por un consejo de corporaciones autoseleccionado.

Hace años, dejó en claro que no cree que Facebook sea un negocio. “En muchos sentidos, Facebook se parece más a un gobierno que a una compañía tradicional”, dijo. “Realmente estamos estableciendo políticas”. Él ha actuado de manera consistente como un posible poder soberano. Por ejemplo, está intentando establecer un tribunal independiente al estilo de la Corte Suprema para manejar la moderación del contenido. Y ahora él está configurando una moneda global.

La forma en que estructuramos el dinero y los pagos es un problema para las instituciones democráticas. Cualquier empresa lo suficientemente grande como para poner en marcha su propia moneda es demasiado grande.

–Glosado y editado–
© The New York Times