
Un vuelo proveniente de Buenos Aires la noche del 15 de mayo marcó un hito en la historia del transporte aéreo peruano. Fue el primero que aterrizó en el nuevo Jorge Chávez, lo que dio inicio a su “marcha blanca”, un período en el que el terminal operará con cinco aerolíneas para verificar que todo camine según lo planeado con miras a su inauguración definitiva, el 1 de junio. De esta manera, y tras tres postergaciones, el Perú contará con un aeropuerto de primer nivel, que espera movilizar más del doble de pasajeros que el actual y que impulsará la oferta turística hacia nuestro país.
La contracara de este acontecimiento, sin embargo, tiene que ver con lo que millones de visitantes experimentarán apenas abandonen las instalaciones del aeródromo. Ayer, mientras el nuevo Jorge Chávez hacía historia, los medios de comunicación reportaron el tráfico que se formaba en Morales Duárez, una avenida que ya de por sí sufre atascos y que a partir de ahora recibirá un flujo todavía mayor de vehículos. Hace poco, este Diario hizo la prueba de desplazarse al flamante terminal desde el este, el sur y el norte de Lima, y los resultados fueron preocupantes; además de los habituales embotellamientos, registró vías con baches o con capacidad reducida por la construcción de obras.
Pero el principal problema está en la vía expresa Santa Rosa, que debe conectar Morales Duárez con la Costa Verde y que incluye la construcción de un puente sobre el río Rímac. Inicialmente, el puente Santa Rosa –el elemento más urgente de todo el proyecto– debía estar listo para julio del 2021. Sin embargo, tras varias postergaciones y fracasos en la licitación (que pasó de obra pública a obra por impuesto, para finalmente hacerse a través de un acuerdo de gobierno a gobierno), la estructura recién estaría lista en enero del 2029; es decir, unos ocho años después de lo planeado y cuando el nuevo aeropuerto lleve casi cuatro años de funcionamiento. Mientras tanto, los turistas tendrán que pasar por dos puentes Bailey, estructuralmente diseñados para otro tipo de uso muy distinto al que les daremos aquí.
Es evidente que el gobierno actual ya no alcanzará a culminar este proyecto. Así que será el Ejecutivo resultante de las elecciones del próximo año el que deberá tomarlo como una prioridad. La “marcha blanca” del nuevo Jorge Chávez es, sin duda, una excelente noticia. Pero también un recordatorio para las autoridades de que deben culminar, a marchas forzadas, las obras necesarias para acceder a este.