Editorial 1: Palabras de candidato
Editorial 1: Palabras de candidato

Los aspirantes a la presidencia suelen decir cosas que los hagan lucir bien a ellos y mal a sus contrincantes, sin preocuparse demasiado por lo que dijeron antes sobre el mismo tema.

El candidato de Peruanos por el Kambio, , trazó hace unos días, por ejemplo, un perfil de su competidora que contrasta dramáticamente con lo que señaló cuando decidió apoyarla en la segunda vuelta de las elecciones del 2011.

No fue el suyo un endose resignado, como el de Vargas Llosa a en el 2006 (esa vez el escritor dijo que había que votar “tapándose la nariz”), sino más bien entusiasta. “Sé que compartimos la misma gran preocupación por el Perú”, sentenció PPK sobre Keiko. Y también anunció que ella traería “más desarrollo y seguridad”.

Consciente, además, de que la impronta autoritaria y deshonesta del pasado fujimorato era el flanco débil de la joven candidata, apuntó: “Tenía 17 años cuando ocurrió el 5 de abril. Entonces es muy difícil e injusto achacarle las corrupciones y los otros crímenes que se cometieron”.

Y sin embargo, ahora asegura que ella “es candidata por su papi”, que “tiene una experiencia bien limitada” y que está “denunciando a su padre y botándolo del partido para limpiarse”.

Total, ¿en qué quedamos? Si la señora era promesa de desarrollo y seguridad hace cinco años, ¿cómo así resulta hoy una inexperta? Y si entonces era injusto achacarle los miasmas del gobierno de su padre, ¿por qué ahora necesitaría ‘limpiarse’? 

Al haber asumido el proyecto político fujimorista, la candidata de Fuerza Popular tiene ciertamente importantes pasivos con los que lidiar, como los que señalamos ayer en esta página. Pero eso no impide comprobar la duplicidad del discurso con el que otro postulante se refiere a ella. Y, sobre todo, llamar la atención sobre la necesidad de que las palabras de candidato dejen de ser una moneda feble en intercambio de argumentos propio de una campaña como la que estamos iniciando.