Editorial El Comercio

La impunidad se está convirtiendo en parte de nuestra cotidianidad. Hemos transitado de un extremo a otro: de una etapa de draconianas detenciones preliminares dictadas contra justos y pecadores por igual, a otra en que las decisiones judiciales no se cumplen porque los implicados simplemente las burlan, ante la pasividad de las autoridades.

Este martes 22 de abril se cumplió una semana desde que el Poder Judicial dictara 12 años de cárcel por delito de lavado de activos para Al igual que su hermana, quien hoy goza de un asilo con aroma a complicidad otorgado por el gobierno de Lula da Silva, este también optó por la vía de la evasión de la justicia. Hoy se encuentra prófugo, en la clandestinidad, y ni la policía ni el sistema de justicia han dado señales de que estén intentando dar con él.

Según el adelanto de la sentencia que halló culpables a los hermanos Heredia y al expresidente Ollanta Humala por el caso de los aportes ilegales al Partido Nacionalista en el 2006 y el 2011, el extesorero de la agrupación cumplió el rol de dar apariencia de legalidad al dinero ilícito que ingresó a las campañas electorales. Ilan Heredia fue entonces, de acuerdo con el fallo, un actor clave en el esquema delictivo.

Al igual que en el caso de Nadine Heredia, sorprende que aquí tampoco la policía y la fiscalía hayan coordinado acciones previas de seguimiento para evitar que su hermano y coacusado burlase la acción de la justicia. También llama la atención, como revelara El Comercio, que el Poder Judicial recién el lunes 21 de abril, seis días después de conocido el adelanto del fallo, haya oficializado la inscripción de las órdenes de ubicación y captura contra Nadine Heredia e Ilan Heredia. La burocracia y la falta de modernización de los procedimientos vuelven a jugar a favor de la impunidad.

Mención aparte merece el gobierno de Dina Boluarte que, a diferencia de la celeridad con la que otorgó el salvoconducto a Nadine Heredia para que pudiera escapar a Brasil, aquí se muestra parsimonioso para dar a conocer qué acciones se están realizando para localizar y capturar al extesorero del Partido Nacionalista o si evalúan incluirlo en la lista de los más buscados del Ministerio del Interior.

La fuga de Ilan Heredia y el asilo de Nadine Heredia pueden complicar la situación legal del hoy detenido Ollanta Humala. La sentencia que los condena puede ser objeto de cuestionamientos, pero para resolverlos existe la posibilidad de una apelación. La ex primera dama y su hermano han preferido escabullirse de la justicia aprovechando la amistad de un gobierno extranjero y el desinterés del nuestro.

Editorial de El Comercio

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