Rubinstein es un pianista colosal y admirable. (Ilustración: Giovanni Tazza)
Rubinstein es un pianista colosal y admirable. (Ilustración: Giovanni Tazza)
Hace 100 años

Para escuchar al primer pianista del mundo, Arthur Rubinstein, se reunieron ayer en el Teatro Municipal unas cincuenta personas. Las demás gentes se quedaron en sus casas ahorrando para otros espectáculos. El músico extraordinario que en concurso mundial fue designado para ejecutar las obras de Chopin en Varsovia, en el centenario del extraordinario compositor, no interesa a Lima. Rubinstein es un pianista colosal y admirable. Reúne todas las virtudes de su especialidad, una armoniosa alma lírica y una extraordinaria y pujante técnica. Impuso su genio y su absoluto dominio del arte.

H.L.M.