Ayer, en París, el general Charles Mangin, tan conocido y apreciado en el Perú, presidió el cortejo que llevó al cementerio a Babá, el valiente y leal ordenanza sudanés del héroe de la Gran Guerra. Brindaba así postrer homenaje al hombre que había sido su servidor, amigo y escudo durante la contienda y, al mismo tiempo, a los 200 mil soldados sudaneses que lucharon en defensa de Francia. Como se recordará, Mangin fue el jefe de los hombres de color que pelearon junto con los Aliados. Mangin sirvió muchos años en Sudán y se identificó profundamente con ese pueblo, sus costumbres y gentes. H.L.M.
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