Se acaba de dictar un decreto sobre las urbanizaciones, que en su punto 3 dice: “Las calles de los nuevos barrios deberán tener un ancho no menor de doce metros en sus transversales y estar dotadas de pavimento, veredas y alumbrado. Los pasajes que corten una manzana, tendrán un ancho mínimo de tres metros”. El ancho prescrito para las calles y, sobre todo, de los pasajes está lejos de responder a las exigencias de las poblaciones modernas. Este es un error gravísimo que se debe corregir inmediatamente. No queremos en Lima callejuelas de doce metros, sin futuro. H.L.M.
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