Esta locución adverbial es frecuente en el castellano de América –el Perú incluido– y se documenta también en la Península. En la última edición del Diccionario académico (2001) solo se consigna el modismo sin pronombres: pese a quien pese. Pero ambas variantes se combinan en el ideolecto del expresidente peruano Alejandro Toledo: “No me van a parar. Voy a ser candidato en el 2016 pese a quien le pese” (La República, Lima, 16/9/2013).