Como sustituto inculto de locura, es un uso bastante frecuente en todo el territorio americano. En El zorro de arriba y el zorro de abajo, José María Arguedas utiliza el término: “… cuando está con la loquera, la patea…” (Madrid 1990, p. 231). Loquero, -a, como adjetivo masculino y femenino, forma parte de la lengua general con los sentidos de “persona que por oficio cuida y guarda locos” y “barullo ruidoso y molesto” (DRAE 2014).