Es derivado del galicismo parcela, que designa una “porción pequeña de terreno, de ordinario sobrante de otra mayor que se ha comprado, expropiado o adjudicado” (DRAE 2014). En la lengua general parcelero, -a se aplica al dueño de una parcela. Pero en el castellano del Perú y otros países hispanoamericanos el término se restringe al ámbito agrícola. Véase un ejemplo de la página del Ministerio de Agricultura y Riego: “La agricultura peruana constituye una economía de parceleros en la cual el 85% de los agricultores tiene parcelas con menos de 10 hectáreas”.