El DRAE vigente (2001) consigna los cultismos puericultura y puericultor, ambos relacionados con el cuidado del niño (en latín, puer). Sin embargo, no incluye el legítimo derivado puericultorio, que en el Perú designa la institución encargada del cuidado de niños abandonados. Uno de los más importantes fue fundado en Lima y sostenido por el filántropo arequipeño Augusto Pérez Araníbar, cuya noble personalidad es –como en tantos otros casos– casi desconocida en el país.