En el Perú y otros países de la América hispana, entre ellos Méjico y el Ecuador, el término compuesto uñalarga equivale a la expresión de la lengua general largo de uñas. Ambos sinónimos se aplican a quien tiene el mal hábito de hurtar objetos que pueden o no ser valiosos. El caso de uñalarga es análogo morfológicamente al de otros americanismos tales como manolarga ‘que agrede sin motivo’ o lengualarga, aplicado a quien es imprudentemente hablador.