Es un derivado de libro, palabra de origen latino (de lĭber, -bri). En la lengua general significa “tienda donde se venden libros”, “ejercicio o profesión de librero”, “mueble con estantes para colocar libros” y “biblioteca” (DRAE 2014). Pero en el castellano de gran parte de la América hispana, el Perú incluido, librería ha desarrollado también el sentido de ‘establecimiento donde se vende papel y objetos de escritorio u oficina’. Ejemplo de Vargas Llosa: “Apenas necesité quince minutos para sacar dos fotocopias en una librería…” (La tía Julia y el escribidor, Barcelona 1996, p. 322).