Conocido el vil asesinato de Fernando Villavicencio en Ecuador, es imposible no recordar al colombiano Luis Carlos Galán, a quien el cártel de Pablo Escobar mató el 18 de agosto de 1989 cuando participaba en un mitin de su campaña presidencial. El nombre del mexicano Luis Donaldo Colosio, muerto en marzo de 1994, también salta a la memoria, pues fue otra víctima de la violencia política.
El valiente periodista y candidato presidencial de centroderecha prefirió morir antes que someterse a quienes están convencidos de que con las armas van a acallar la verdad.
“O triunfa la mafia o triunfa la patria”. Así cerró una entrevista el candidato presidencial el pasado 2 de agosto, que se negaba a creer que ganaría la mafia. Una semana después lo mataron de tres disparos en la cabeza cuando salía de una actividad proselitista.
Si algo hizo Villavicencio fue no callar, y ese coraje le costó la vida. “A mí me han dicho que use chaleco, ustedes son mi chaleco antibalas”. “¡Que vengan los capos del narco!”. “Se acabó el tiempo de la amenaza”. “Lo único que pueden hacer es matarme […], yo no le tengo miedo a la muerte”. “Con las mafias no se pacta”. Palabras premonitorias para un hombre que se enfrentó a las tinieblas y, como él mismo lo dijo, le declaró la guerra al nefasto socialismo del siglo XXI.
Su esposa, Verónica Sarauz, lo ha dicho claramente: “a mi esposo lo asesinaron porque fue el único que se enfrentó a las mafias políticas y a los narcotraficantes de este país”.
Basta recordar que el 29 de julio pasado Villavicencio denunció los supuestos nexos del partido del expresidente Rafael Correa con Nicolás Petro y los dineros ilícitos del narcotráfico. El exmandatario avala a la agrupación Revolución Ciudadana que participa en las elecciones presidenciales de Ecuador.
Villavicencio señaló entonces a la candidata correísta Raisa Vulgarín como parte de la trama de recepción de dinero ilegal por parte de Nicolás Petro. La candidata es pareja de Camilo Burgos, primo de Nicolás Petro.
El candidato también acusó a la colombiana y petrista Piedad Córdoba de mantener nexos con Álex Saab, el presunto testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro. Los seis detenidos por el crimen de Villavicencio son de nacionalidad colombiana.
Villavicencio fue un periodista que investigó a Rafael Correa cuando se desempeñaba como presidente, destapando casos de corrupción del gobierno de entonces, lo que trajo consigo una implacable persecución que lo condujo a exiliarse en nuestro país en el 2017.
La tragedia que vive Ecuador en estos momentos –ad portas de las elecciones presidenciales– no debe asumirse como un caso aislado en la región o como consecuencia de la “ola de violencia” que se vive en ese país. Este crimen perpetrado por sicarios tiene varias motivaciones y autores intelectuales.
Las investigaciones de las próximas horas serán vitales para conocer la verdad y que se haga justicia, pero lo que debe quedar claro es que el dinero sucio y criminal del narcotráfico no solo financia campañas electorales, sino que queda demostrado el modo de hacer política de estos delincuentes y, sobre todo, a quiénes avalan. Estamos advertidos.