Desde esta madrugada se realiza una inspección en hostales y comercios en el distrito de San Martín de Porres, a raíz del doble crimen ocurrido en el hostal Señor de Sipán. (Foto: Lino Chipana)
Desde esta madrugada se realiza una inspección en hostales y comercios en el distrito de San Martín de Porres, a raíz del doble crimen ocurrido en el hostal Señor de Sipán. (Foto: Lino Chipana)
Fernando Cáceres Freyre

En uno de los 102 hostales que existen en Fiori descuartizaron hace pocos días a dos personas en un aparente ajuste de cuentas. Un hecho que no puede considerarse aislado. Según la ONG Unión Venezolana en el Perú, “[en] esta zona donde ocurrió el crimen están alojados esos delincuentes que han venido de Venezuela”.

El alcalde de San Martín de Porres ha suspendido por 30 días las licencias de funcionamiento, con el fin de promover un ‘reordenamiento territorial’ para identificar qué locales son hostales y cuáles guaridas de malandrines. Imaginemos que lo logre, ¿eso sería suficiente?

No se trata solo de restringir actividades ni de llevar más policías, el problema de la inseguridad tiene que abordarse desde una mirada más amplia, que los alcaldes incluso pueden liderar:

Recuperar espacios públicos: Una estrategia que promueva una mayor actividad social, como deportes, ferias, conciertos, reduce la inseguridad y la percepción de esta, tal como sucedió en Puebla, al recuperarse ciertos espacios mediante un adecuado mantenimiento (Bautista y Flores, 2018). Esto es algo que se ha visto en Lima en los últimos años con más espacios para hacer deporte y ferias organizadas en los parques.

Intervenir el espacio público: El mantener de manera ordenada los espacios públicos puede prevenir el vandalismo y que escalen los crímenes. De hecho, una recomendación del Instituto de Criminología Australiano es invertir en el ornato de la zona, a fin de transmitir el mensaje de que la zona no está olvidada, al tiempo que se incrementa la luminosidad. Esto es algo que ya se ha visto en Lima en Monumental Callao, el barrio que antes era sede de enfrentamientos entre Los Malditos de Castilla y Los Feroces de Loreto.

Transparentar la operatividad de la policía: Lograr una comunicación efectiva del trabajo que viene realizando la autoridad sirve como acción preventiva y mejora la percepción. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio hecho en California, se encontró una mayor confianza en la seguridad en quienes veían programas sobre el accionar de la policía (Callanan, 2010). Esto es algo que se inició con el programa “Alto al crimen” y ahora se hace desde “Código 7” en TV Perú.

Informar sobre la tasa real de delitos: En Bogotá un 60% consideraba que el crimen estaba en aumento, cuando había disminuido. Tras informarse adecuadamente, un 30% adicional declaró sentirse más seguro (Romero, 2014). En ciertos distritos de Lima, por ejemplo, los vecinos creen que los van a acuchillar caminando, cuando lo más probable es que si sufren un delito sea contra su patrimonio (CpR, 2019).

Sin mano dura no hay lucha contra la inseguridad posible. Pero hay mucho más por hacer para recuperar espacios como Fiori: promover mayor interacción social, mejorar el ornato, transparentar acciones de la policía, e incluso tras obtener resultados informar a la población acerca de la disminución de la criminalidad.