"Más allá de saber que Perú Libre “es” Cerrón, convendría que conozcan mejor al presidente Castillo" (Ilustración: Rolando Pinillos).
"Más allá de saber que Perú Libre “es” Cerrón, convendría que conozcan mejor al presidente Castillo" (Ilustración: Rolando Pinillos).
Rolando Arellano C.

Si la población peruana, incluyendo a los líderes sociales, empresariales y los políticos, supiéramos un poco más de , probablemente no tendríamos el nivel de inestabilidad que estamos viviendo.

El Perú es uno de los países más desencantados con la política. Quizá lo seríamos menos si conociéramos más sobre su fundamento. En efecto, el INEI muestra que solo el 52,7% de los peruanos sabe qué es la , y solo el 16,9% de este la reconoce como elecciones libres para votar. Por eso no sorprende que la mayoría piense que “primer mandatario” es “el primero que manda” y no el primero que recibe el mandato (del pueblo) para representarlo. Más aún, conceptos como izquierda, derecha y centro son tan confundidos que, por ejemplo, en encuestas sobre dónde ubicarían al fujimorismo, lo colocan en los 3 ejes de esa última posición.

También sería más sano si muchos de nuestros dirigentes sociales y empresariales no confundieran conceptos como izquierda y derecha (ligados más a la propiedad) con los de conservadurismo y liberalismo (ligados a la apertura de los cambios sociales, más atractiva para la juventud). Y ayudaría que no se contentaran con englobar en la categoría “comunistas” a pensamientos tan diferentes como Patria Roja, Sendero Luminoso, Partido Comunista Peruano, los “caviares” o el MIR de los 60 del excanciller Héctor Béjar, cuyas innumerables rencillas les impidieron antes tomar el poder. Y más allá de saber que Perú Libre “es” Cerrón, convendría que conozcan mejor al presidente Castillo: no habla quechua y fue alguna vez candidato en el partido de Alejandro Toledo.

Y a diferencia de lo que se observaba en los políticos de los partidos estructurados tradicionales, muchos políticos actuales se beneficiarían con un mayor conocimiento de su profesión. Sería bueno, por ejemplo, que entendieran que capital y trabajo no solo no son opuestos, sino complementarios. Que ser populista no es lo mismo que ser de izquierda, que China solo tiene de comunista el nombre del partido dirigente y que Rusia hoy es más capitalista que Inglaterra. Y que para entender a Mariátegui debieran conocer que fue aprista y que no fundó el Partido Comunista Peruano sino el Partido Socialista, discrepando con la Internacional Comunista, pues esta no entendía la situación del campesino peruano.

En fin, si la primera regla para convivir es conocer profundamente a nuestros amigos y contrincantes, es evidente que nuestros actores sociales no están hoy bien preparados para la convivencia política. Si esa situación continúa, las posibilidades de mejorar o de evitar que la situación empeore son cada vez más escasas. Debemos cambiar eso. Que tengan una buena semana.