Mitos, por Patricia del Río
Mitos, por Patricia del Río
Patricia del Río

Mentiras que se desmoronan y verdades que se hacen evidentes después del 10 de abril:

1. Las encuestadoras engañan a la población. Falso. Salvo las compañías pintorescas de siempre, las encuestadoras más serias estuvieron bastante cerca de los resultados finales, demostrando que las épocas de manipulación del fujimontesinimo ya no existen. Ya es tiempo de que el silencio de las encuestas a una semana de las elecciones se revoque. Resulta ridículo que vayamos a votar orientados por menús de minpaos, chicharrones y pollos Kentucky, en lugar de hacerlo con información seria en mano. 

2. Keiko Fujimori no chambea. Mito. El porcentaje obtenido por Keiko en esta primera vuelta y la cantidad de congresistas que llegan al Parlamento no son producto del azar ni del fraude. Lo suyo ha sido un trabajo de hormiga, durante cinco años, viajando por todo el Perú. Una labor que otros candidatos, con recursos o aparato partidario, como PPK y Alan García no hicieron. ¿Le alcanzará para ganar la segunda vuelta? Difícil saberlo, pero Keiko es todo menos una candidata improvisada y esa es su mayor fortaleza hasta el momento.

3. El gobierno tiene capacidad de manipular estas elecciones. Falso. Ni las declaraciones destempladas de Nadine ni las críticas de Ollanta Humala al JNE el mismo día de las elecciones ni los pleitos del siempre infantil primer ministro Pedro Cateriano con la candidata Fujimori han logrado detener un proceso electoral, que, con sus defectos y accidentes, ha seguido adelante. A pesar de los siempre paranoicos rumores, no hubo golpe, ni hubo ruptura del orden democrático.

4. PPK tiene ganado el voto antifujimorista. Mito. El anti-Keiko ha votado por otras opciones y no ve en PPK gran diferencia con la candidata naranja. Si bien Pedro Pablo tiene posibilidades de presentarse como la opción de la esperanza, el trasvase de votos no se dará de manera automática. Trabajo de campaña, mensajes claros y opciones para los votantes de izquierda son tareas arduas que le esperan al gringo. Tiene a su favor que su candidatura no genera mayores resistencias. 

5. El voto por Verónika Mendoza fue un voto antisistema. Falso. Los votantes del Frente Amplio no son una sarta de amargados que quieren destruir todo lo avanzado. Se trata de un voto (en la mayoría de los casos poco ideologizado) que con esperanza está buscando alternativas que resuelvan mejor sus problemas. Si PPK o Keiko quieren seducir a ese votante, más vale que intenten entenderlo en lugar de estigmatizarlo. Cómo se deben estar lamentando hoy de los insultos de “terruca” y “perra vida” con los que sazonaron la primera vuelta.