"Frente al pobre nivel de propuestas presentadas, la verdad es que termina siendo un alivio que la agenda vaya a venir casi predeterminada por la coyuntura". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"Frente al pobre nivel de propuestas presentadas, la verdad es que termina siendo un alivio que la agenda vaya a venir casi predeterminada por la coyuntura". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Fernando Cáceres Freyre

Solo dos partidos –entre los que tienen opciones de pasar la valla electoral– puede decirse que se han preocupado por trabajar en sus propuestas legislativas: Partido Morado y Apra. Los demás han presentado documentos muy escuetos y casi sin fundamento. Mención aparte ‘merecen’ Acción Popular y Somos Perú, que estando entre los punteros han presentado documentos de una sola página francamente lamentables.

Pero la agenda legislativa estará prácticamente predeterminada por la coyuntura, antes que por las propuestas legislativas. Ante todo, consideremos el escaso año y medio que estarán en funciones, sumemos la alta dispersión de fuerzas políticas (siete u ocho, y sin grandes mayorías), y añadamos la curva de aprendizaje de los congresistas que aún no conocen cómo funcionan los procesos legislativos.

A dicha mezcla agreguemos que tendrán que revisar los más de 50 decretos de urgencia aprobados por el Ejecutivo en el interregno, y también consideremos la cantidad de proyectos de reforma –política y judicial– que el Ejecutivo ha anunciado que enviará, en base a los análisis hechos por las comisiones Wagner y Tuesta.

Por último, tomemos en cuenta que tras el fallo del TC, que declaró constitucional la disolución del Congreso, ha quedado sin piso el promover contra Vizcarra, desde el Congreso, un proceso de acusación por infracción de la Constitución.

Dicho eso, creo que la coyuntura del 2020-2021 solo permitirá que el nuevo congreso priorice tres tipos de temas: (i) la revisión de los decretos de urgencia (en particular normas sectoriales en transporte, cine, educación y salud); (ii) el análisis de los proyectos de reforma política y judicial del Ejecutivo, que reglamentariamente deben ser priorizados; y (iii) algunas investigaciones al gobierno (vínculos de la empresa familiar del presidente con Odebrecht, adelantos para el hospital de Moquegua, etc.).

Considerando los siete partidos políticos que van punteros (simulacro de Ipsos), si eres de quienes quieren que, a como dé lugar, se “investigue a Vizcarra y compañía”, probablemente debas votar por Fuerza Popular o el Apra. Si, más bien, buscas que se “revisen los excesos de los decretos de urgencias”, podrías considerar votar por Somos Perú o el Partido Morado. Y si quieres que se concrete la reforma política y de justicia, podrías elegir entre Alianza para el Progreso, Somos Perú, Partido Morado o el Frente Amplio.

Frente al pobre nivel de propuestas presentadas, la verdad es que termina siendo un alivio que la agenda vaya a venir casi predeterminada por la coyuntura.

En lo personal, apostaré por un partido que priorice la aprobación de la reforma política para llegar al 2021 con nuevas reglas de juego, y la revisión de los excesos de los decretos de urgencia para que no se entienda –en adelante– un interregno como un cheque en blanco.