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La Niña costera
Fernando Alayo Orbegozo

Si La Niña costera se manifestara durante el verano en Perú, produciría lluvias en las zonas altas de las cuencas de Tumbes y Piura (por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar), pero también reduciría las precipitaciones en las zonas bajas de la costa norteña, las cuales fueron gravemente afectadas por El Niño costero, de acuerdo
con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

También se intensificarían las lluvias en el sur andino y en la Amazonía. En las últimas semanas, se han registrado fuertes y continuas precipitaciones en San Martín y Huánuco; sin embargo, el Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen) ha señalado que aún no puede confirmar que estén relacionadas con La Niña. Cabe decir que el impacto del fenómeno varía de acuerdo con su intensidad: en el 2010, un evento moderado generó la más baja temperatura registrada en Lima en los últimos 40 años: 8,8 °C en el mes de julio.

—¿Riesgo probable?—
Los huaicos e inundaciones que trajo consigo El Niño costero no se repetirían en el norte del país con La Niña costera, ya que las lluvias
no impactarían las zonas medias y bajas de las cuencas, donde las
quebradas tienen pendientes más pronunciadas.

La mayor vulnerabilidad se presentaría en las regiones altoandinas,
ya que allí se registrarían tormentas eléctricas, granizadas y aludes de barro y piedra por las precipitaciones continuas. Así sucedió en el 2007, cuando un evento fuerte produjo intensas lluvias, las cuales dejaron 15 muertos y más de 60 mil viviendas destruidas en todo el país.

Gilberto Romero, presidente del Centro de Estudios y Prevención
de Desastres (Predes), señaló que el gobierno podría elaborar un escenario de riesgo ante la temporada de lluvias del próximo verano, en el cual se podría incluir la afectación que traería La Niña costera.

“Si bien la probabilidad de que este fenómeno llegue aún es baja, es importante que el evento climático no sorprenda a las autoridades,
como sucedió con El Niño costero”, agregó.

La entidad estatal encargada de realizar dicho cálculo es el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), que forma parte del Enfen. El Comercio consultó a esta institución si ya se proyectan algunas medidas
preventivas ante la posible llegada de La Niña costera, pero
respondieron que “el tema se va a discutir esta semana en el Ministerio de Defensa”.

-Tumbes y Piura cuentan con planes-
Cuando La Niña llegó a nuestra costa en el 2011, se produjo una grave escasez de agua en el norte peruano, por lo que los reservorios de Poechos (Piura) y Tinajones (Lambayeque) tuvieron que ser cerrados por la escasez de agua. Dos años después, en el 2013, el mismo fenómeno climático afectó los cultivos de arroz, cacao y plátano (que requieren mucha agua), así como la ganadería local ante
la falta de pasto para los animales.

Al respecto, el jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional
(COER) de Tumbes, Manuel Morán, indicó que la región cuenta con
un plan de contingencia ante una posible sequía como consecuencia
de La Niña. “Siempre monitoreamos la capa freática (agua subterránea) para fijar nuestra disponibilidad del recurso hídrico”, dijo.

En Piura, el COER regional precisó que un posible evento afectaría
la provincia de Morropón, que suele padecer por la escasez de agua.
“Si llegara La Niña, hemos contemplado la entrega de forrajes para la
alimentación del ganado, así como el uso de nuestra capa freática, que
está abastecida”, comentó.

La Niña también suele afectar la dinámica del recurso marino en el
norte, ya que los peces de aguas cálidas se retiran mar adentro por el
enfriamiento del litoral. El Comercio consultó al Instituto del Mar del
Perú (Imarpe) sobre un posible impacto, pero no obtuvo respuesta.

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