Con banderolas, pancartas y globos blancos, más de 500 personas marcharon para exigir paz y respeto a la vida.
La movilización fue convocada por el obispo de Chimbote, Ángel Francisco Simón Piorno, quien calificó como un éxito la respuesta de la población.
Desde las 8:30 a.m. de ayer, escolares acompañados por sus padres, miembros de varias parroquias y de algunas asociaciones civiles e instituciones católicas se concentraron para recorrer las principales calles de Chimbote.
Tras la habitual ceremonia de izamiento del pabellón nacional, la bandera de la ciudad y la bandera de la paz, los manifestantes caminaron frente a la municipalidad. Pese a que las principales autoridades tenían conocimiento de la actividad, ni el alcalde provincial Luis Arroyo ni el presidente regional de Áncash, César Álvarez, se hicieron presentes.
“Yo he invitado a todo el que quiera participar, si no vinieron tendrán sus razones, no quiero especular”, dijo el obispo.
Las banderolas llevaban frases que exigían el cese de la violencia en la región: “No a la corrupción, no al sicariato, no más asesinatos por cupos. Queremos paz para nuestra ciudad”. También se leí a: “Las balas entran donde hay impunidad”, “Respetemos la vida. ¡Basta ya de tanta muerte!”, entre otras.