La sonrisa de Jesse no se borra de la memoria de su madre, quien lo busca desde hace cuatro meses. (Foto: Help Us Find Jesse)
La sonrisa de Jesse no se borra de la memoria de su madre, quien lo busca desde hace cuatro meses. (Foto: Help Us Find Jesse)

Una llamada, un mensaje, la foto de alguna pertenencia o la huella de
una bota. La madre de Jesse Galganov espera cualquier noticia que rompa con la angustia que la tiene congelada en el tiempo desde el último 28 de setiembre.

Ese fue el último día que Alisa Clamen se contactó con su hijo, cuando este joven canadiense de 22 años llegó a Huaraz en un bus que partió
de Lima. En esta ciudad, Jesse se hospedó en un hostal de mochileros.

Antes de pernoctar, él le dijo a su madre por chat que iba a estar por unos días sin señal de Internet.

Jesse eligió el Perú para comenzar una gira por América Latina, que iba a continuar en Bolivia, Chile y Argentina. Huaraz era el punto de inicio.

El objetivo de este viajero en esta ciudad andina era realizar una caminata desde la localidad de Cashapampa hasta una zona conocida como Vaqueria, perteneciente al Parque Nacional del Huascarán. Este tour es conocido como la ruta Santa Cruz, de aproximadamente 50 kilómetros, que los viajeros la suelen hacer en cuatro días.

Dos franceses declararon que conocieron a Jesse la noche del 30 de setiembre en la localidad de Tauripampa, donde acamparon en grupo.
Aunque dijeron que Jesse tenía un malestar por la altura, a la mañana siguiente él ya tenía el semblante repuesto. Los tres tomaron desayuno y se despidieron para continuar por caminos diferentes. Desde entonces, nadie sabe nada de él.

—Cuatro meses de espera—
La madre del joven canadiense ha viajado al Perú dos veces desde la desaparición de su hijo. En el primer arribo, contrató a un grupo de socorristas de Huaraz que no tuvieron éxito en la búsqueda.

En el segundo viaje, llegó con un equipo de búsqueda extranjero especializado en desapariciones de montaña, pero tampoco halló rastro del joven.

En total, más de un millón de dólares de la familia y obtenidos a través de donaciones han sido destinados a la búsqueda. Sin embargo, la madre de Jesse señala que no existe interés de las autoridades en la búsqueda y pidió mayor apoyo a la policía para encontrar a su hijo.

“La hipótesis de que su desaparición fue por un crimen ha tomado fuerza. No hay rastro de Jesse. Las autoridades en Huaraz no tienen interés en encontrarlo, es como si estuvieran ocultando algo”, dice Alisa Clamen con incertidumbre.

La ruta Santa Cruz, que se propuso realizar Jesse, es un camino plano y delimitado, apto para viajeros que no necesariamente tienen experiencia en alta montaña.

Ayer, la madre de Jesse se reunió con el director de la Policía Nacional del Perú, el general Richard Zubiate, y con representantes del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur). En la primera cita, Zubiate le aseguró que reforzaría las labores de búsqueda. En el Mincetur, Alisa dice que no encontró apoyo.

La hipótesis sobre un presunto atentado ha llevado a su familia a triplicar la recompensa inicial, de US$10 mil a US$30 mil. “La idea es que las personas que sepan algo de su paradero se animen sin miedo a informarlo”, dice Alisa. Cualquier información, comunicarse al 920468460 o vía Facebook en la página Help Us Find Jesse.

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