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Winikunka
Redacción EC

A 5.200 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Pitumarca, provincia de Canchis, en Cusco, se encuentra uno de los sitios más visitados por los turistas nacionales y extranjeros. Se trata del Winikunka o montaña de los Siete Colores.

La laderas de este monte se caracterizan por sus franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda y dorado, que pasaron por un proceso geológico que involucró sedimentos marinos, lacustres y fluviales, según detalló a la BBC Mundo la Oficina de Paisaje Cultural de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.

A lo largo de casi 65 millones de años, estos sedimentos fueron formando distintas capas, las cuales se elevaron debido al movimiento de las placas tectónicas de la zona. Con el tiempo, la humedad de la zona ayudó a que fueran adquiriendo sus colores llamativos, a través de la oxidación de sus minerales. Así precisó a BBC Mundo César Muñoz, miembro de la Sociedad Geológica del Perú (SGP).

Hoy en día, gracias a este proceso geológico se pueden observar las famosas franjas multicolores del Winikunka.

Debido a esta característica, el flujo de visitas ha aumentado considerablemente desde inicios del 2016, según dijo Haydee Pacheco, funcionaria de turismo de la Municipalidad de Pitumarca al citado medio. Al día, cerca de 1.000 turistas llegan hasta la montaña multicolor.

Desde esa fecha, el Winikunka comenzó a ser parte de los rankings de atractivos turísticos a nivel mundial. Incluso, apareció en la lista de 100 lugares para visitar antes de morir, elaborada por expertos en viajes en la página web Business Insider.

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Por su parte, Juan Carlos Gómez, del Instituto Geofísico del Perú (IGP), explicó que la montaña conocida ahora como Siete Colores estaba parcialmente cubierto de hielo y que recibía nieve temporal hasta inicios de los años 90. Al parecer, el derretimiento del hielo por el calentamiento global sacó a relucir esos colores llamativos.

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