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Cómo darle un baño seguro a tu perro - 3
Redacción EC

Por Andrea Carrión /

¿Cada cuánto es recomendable bañar a mi perro? Es una de las preguntas más frecuentes que se hacen quienes viven en casa con uno de ellos. La respuesta puede ser tan variada como los tipos de razas que existen.

La frecuencia varía según el tipo de piel de cada perro y también de su nivel de actividad y exposición a exteriores. De ser perros de interiores, los de pelaje grueso y tupido pueden tomarse hasta un par de meses antes de pasar por el agua y el champú. A los de piel grasa es mejor bañarlos una vez al mes. Pero si son animales activos a los que les encanta revolcarse en el parque, tal vez quieras mojarlos más seguido. Aunque antes de determinar una rutina de baño, mejor consúltalo con su médico veterinario primero pues el exceso de champú podría despertar alergias en tu mascotas o perjudicar su pelaje.

Hay perros alérgicos que van a requerir de baños medicados. En ese caso, lo mejor será consultar con un médico especialista en dermatología veterinaria. Este profesional sabrá hacer los exámenes necesarios para determinar el tratamiento, la frecuencia, el producto y adecuados. 

Para combatir pulgas o garrapatas en tu perro existen productos específicos para matar a estos parásitos. Estos se pueden aplicar junto con el champú o también vienen en forma de tabletas masticables, líquido que se aplica sobre la espalda, generalmente, o spray que se aplica en todo el cuerpo (estos últimos lejos en seco, fuera del baño). De no extraerlos, pueden causar serios problemas de salud en tu mascota. Incluso en el caso de la garrapata, ésta puede desarrollar enfermedades como la erliquia, la que de no tratase a tiempo puede ser letal.

Antes de abrir el caño, lo más recomendable es colocar tapones o bolitas de algodón en sus orejas. Con eso previenes que ingrese agua o champú a sus oídos. La otitis en los perros es muy común y el tratamiento suele ser tedioso y molesto para el animal, y para el dueño también. Para limpiar las orejas, lo mejor es hacerlo lejos de la ducha. Humedece un trapito, gasa o algodón con un líquido especial que puedes comprar en una tienda para mascotas o clínica veterinaria.

Si tu perro es de los que le huyen al agua, diseña un plan que incluya agua tibia, caricias, hablarle con cariño y darle un buen premio cuando se porta bien. Una manera de prevenir fobias al baño, es acostumbrarlos desde cachorros y hacer del baño una experiencia agradable y divertida. Si te tocó recibir a un perro adulto, la estimulación positiva será tu mejor arma.

Luego del baño, siempre es mejor secarlos, primero con una toalla y luego con un secador de pelo. En temporada de invierno o en zonas de mucho frío, asegúrate de dejar a tu mascota completamente seca, así evitarás posibles resfriados o neumonías. También es fundamental bañarlos con agua tibia y con la ventana cerrada para evitar corrientes inesperadas.

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