Fernando Cillóniz: "No estoy interesado en un segundo periodo"

La temporada de lluvias de este año -que aún no termina- ha sido especialmente dura con Ica. A fines de enero, los huaicos y las inundaciones forzaron al Gobierno Central a declarar la emergencia en varias zonas de esa región para facilitar la entrega de ayuda a los damnificados. Esta semana, el gobernador regional de Ica, Fernando Cillóniz, llegó a Lima para reunirse con los ministros en la tercera edición del Gore Ejecutivo. El Comercio aprovechó la visita y conversó con Cillóniz acerca de los recientes acuerdos en materia de gestión de agua y el futuro político del gobernador.

-Recientemente el Gobierno declaró en emergencia algunos distritos de Ica, ¿cuál es la situación hoy?, ¿cuál es el riesgo y qué están haciendo al respecto?

Antes que el dengue, nosotros estamos expuestos a inundaciones y desastres por huaicos y desbordes de ríos. La región Ica, y en realidad toda la costa, están expuestas a estos desastres. El 24 y 25 de enero pasados ocurrió el desastre que suele presentarse cada 15 o 20 años, que se origina por la presencia de lluvias en la parte baja.  Cuando llueve en la sierra, en Ayacucho o Huancavelica, no hay mayor problema; el río se carga y pasa, pero cuando llueve abajo, en Ica, se activan las quebradas costeras, que suelen tener muchos sedimentos sueltos que se acumulan a lo largo de los años producto de la paraca. Como hay muchos vientos, esa paraca se va consolidando en las laderas de los cerros y es muy inestable. Apenas viene agua, se lava todo eso y producen estos huaicos muy violentos y destructivos, que arrastran lodo y piedras. No se desbordó el río; lo que pasó es que llovió en Ica, y se activaron las quebradas que hicieron daño a Los Molinos, a La Tinguiña, y Los Aquijes.

Esto me lleva a decir que jamás debió haber asentamientos humanos en esos lugares. Entonces, y esto es algo parecido a lo que ocurre en Chosica, nunca va a ser un lugar seguro, igual es La Tinguiña, Los Molinos y Los Aquijes.

-Teniendo esa idea y sabiendo que se repite en muchos lugares del Perú, más allá de Ica, ¿qué es lo que se debería de hacer para que no vuelva a ocurrir? ¿Quién controla eso?

La responsabilidad es municipal y así están establecidas las leyes. Los municipios son los que otorgan licencias de construcción y hacen las habilitaciones urbanas, dan los permisos; y es evidente que detrás de estas urbanizaciones ha habido corruptelas. Es muy común el cambio de uso de tierras para construir viviendas en lugares que deberían estar prohibidos.

-¿Y qué se puede hacer para que esto no siga ocurriendo?

A mí me parece que desde el Gobierno Central se tiene que formalizar las denuncias del caso y proceder a los castigos. La solución es la reubicación. Más allá de las denuncias, imagínese que se hacen las denuncias y se sancionan a las autoridades. Vendrán nuevas autoridades que en algunos casos, por corruptelas o por incompetencia, no van a poder ordenar correctamente a la población.

-¿usted cree que esa debe ser una competencia municipal necesariamente o podría cambiar eso?

Yo creo que, desde mi experiencia como gobernador regional de apenas hace dos años, he visto una autonomía contraproducente en el ámbito municipal. Yo sí creo en lo que es política de estado y la verdad que la autonomía de la que gozan algunos alcaldes les permite cometer estos errores, por llamarlo de alguna manera bondadosa. Pero esto es un delito que está escondido detrás de estas licencias de construir asentamientos humanos en zonas en las que jamás se debieron construir.

-¿En qué consiste el acuerdo que ha firmado con la región Huancavelica?

El acuerdo es un acuerdo de convivencia inteligente, pacífica y colaboradora. Nosotros compartimos cuencas con Huancavelica. Alguien, con un criterio inexplicable, delimitó el lindero que separa Ica de Huancavelica sin ningún criterio de cuenca. Entonces, en el medio del valle, hay una línea imaginaria, donde no hay ninguna cordillera o acequia, pero el límite político, demarcatorio, entre Ica y Huancavelica es una línea rara, que parte la cuenca en dos. El agua nace en Huancavelica, fluye por gravedad, y pasa a Ica. No tiene sentido no manejar la cuenca de manera integral.

Entonces, lo que estamos acordado es crear la mancomunidad regional Ica-Huancavelica. Es así como nos hermanamos, a través de las cuencas, o a través del agua. Y de manera conjunta vamos a compartir aguas sobrantes, que las tiene Huancavelica y que vierten al Atlántico. Además, vamos a llevar a cabo los proyectos de siembra y cosecha de agua. Eso quiere decir miles de pequeños, medianos y grandes reservorios que capten las aguas de lluvia para poder disponer de ella en los estiajes. También implica la plantación de miles de hectáreas de bosques, básicamente de pinos, eucaliptos y plantas nativas, para que hagan de esponja retentiva de las aguas de lluvia. Y ya está probado que actúan como reguladores de las aguas de lluvia y para disponer de agua todo el año, tanto arriba, al medio como abajo.

Exactamente el acuerdo consiste en crear la mancomunidad birregional, pero detrás de esta mancomunidad están todos estos proyectos. Existe en ProInversión una iniciativa privada para trasvasar parte de las aguas sobrantes que vierte al Atlántico y traerlas a la cuenca de Ica. El acuerdo es que todas las aguas trasvasadas o afianzadas se puedan utilizar primero por las partes aguas de Huancavelica y segundo, por exceso, lleguen a Ica. Eso genera mucho desarrollo en la parte alta.

Este es uno de los acuerdos, que todas las aguas trasvasadas o afianzadas puedan ser usadas con prioridad por los huancavelicanos y por los iqueños después, por gravedad. Como siempre ha sido en la agricultura, la parte alta tiene más derechos que la parte baja.

Esta es la segunda parte de la entrevista al gobernador Fernado Cillóniz.

-Se ha dicho a veces que en Ica no habrá suficiente agua para sostener toda la demanda del sector agrícola.
Bueno, el limitante de Ica es el agua. Ica tiene muchas tierras cultivables, que no pueden ser cultivadas por falta de agua. Ica podría duplicar su área cultivable con esta súper agricultura, muy moderna, calificada y competitiva si tuviésemos más agua.

-En términos políticos está la norma que hoy impide la reelección de autoridades locales y regionales. ¿Usted piensa que el periodo que tiene es suficiente? ¿Estaría interesado en un segundo periodo?

No. Nunca es suficiente, pero yo no estoy interesado en un segundo periodo. Yo creo que hay muchos iqueños y muchos peruanos para sucederme en este cargo. En cuatro años se pueden hacer muchas cosas. Si se promulga el canon de agua yo celebraré mucho ese aporte. Nosotros vemos que la parte de infraestructura vial, con la colaboración del Gobierno Central, está avanzado y obviamente yo no lo voy a terminar, pero tiene que seguir. El afianzamiento hídrico debe de seguir y no voy a dejar eso terminado. Pero nadie es indispensable y la idea es que las buenas obras continúen.

-Al término de su mandato ¿tiene planes de seguir en política?
Yo siempre contesto que no, porque soy independiente, sin embargo, cuando uno revisa la vida, mi vida, he hecho política. El Comercio me ha dado mucha tribuna para escribir, yo la he pasado muy bien escribiendo ideas, propuestas, conceptos, cuestionamientos… y yo supongo que eso es hacer política también. Yo no pertenezco al partido que me llevó al gobierno regional. A mí me llevó Fuerza Popular, y yo fui propuesto por Keiko Fujimori, a quien le agradezco enormemente la confianza que depositó en mí. Yo creo que hizo una temeridad en llamarme, sin embargo la conocí y he visto en ella a una mujer inteligente, trabajadora, desprendida, muy sensible, es una estupenda persona. Sin embargo, el partido, es complicado. Yo tengo información de que he sido llamado traidor por algunos miembros del partido por no haber accedido a sus peticiones de favores. Y lo hay en todos los partidos y esa parte de la política no me gusta. Yo debo ser una gran decepción para miembros del partido que esperaban de mí abrir puertas para dar favores, y no estoy de acuerdo con eso.

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