La Independiente: la oferta de la nueva feria del libro limeña
La Independiente: la oferta de la nueva feria del libro limeña
Juan Diego Rodríguez

Fundar una editorial podría ser considerado una locura. Una resistencia o un proyecto casi contracultural en una sociedad que apunta cada vez más hacia lo virtual y a la gratuidad del contenido. Pero quienes han emprendido esa aventura tienen claro por qué lo hicieron.

 

“Tener una editorial es algo quijotesco. Combina el amor al arte y a las utopías”, dice Karina Pacheco, escritora y directora de Ceques Editores. “Ninguna de las personas que nos dedicamos a esta editorial vivimos de ella. Por el contrario, la editorial vive de nosotros”, agrega.

Ella, junto a dos socios, la fundaron en el 2013 y desde entonces han publicado 12 títulos de literatura, historia y antropología andina. Para la dimensión de un negocio como el suyo, se trata de un número de publicaciones considerable, sobre todo si se tiene en cuenta el largo y difícil proceso de sacar un libro a la luz. “El lector suele pensar que el valor del libro solo es papel y tinta, pero no es así”, comenta Pacheco. “Se trata un trabajazo de meses en los que se involucra la diagramación, la corrección de estilo, la difusión, además de una gran inversión de dinero”, añade. 

Durante esta semana, Pacheco y Ceques Editores estarán presentes en La Independiente, feria que inauguró ayer el Ministerio de Cultura y que albergará talleres y mesas de discusión hasta el 30 de abril.

Así como ella, José Luis Córdova –santiagochuquino como Vallejo– también estará presente en La Independiente representando a Cascahuesos Editores de Arequipa. “Durante la década del 2000 hubo muchos poetas arequipeños, jóvenes cuya narrativa era muy interesante, y quise publicarlos”, recuerda sobre el origen de su proyecto. Casi diez años después de invertir mil soles para terminar su primera publicación, “Edificaciones trashumantes” de Óscar Saldívar (2007), su editorial ha publicado más de 80 títulos, en su mayoría dedicados a la poesía.

Frente al embate tecnológico que se apodera del mundo, Córdova está tranquilo porque tiene en cuenta una reciente experiencia mexicana. “Allá la industria editorial está creciendo porque están exportando muchos libros a Estados Unidos, donde cada vez se producen más libros electrónicos, pero aún hay demanda por el objeto en físico”, sostiene. 

DEL PERÚ PARA EL MUNDO

Las editoriales que Córdova y Pacheco dirigen se oponen diametralmente al centralismo limeño. “Hay escritores premiados en diversas partes del Perú que no se leen ni tienen resonancia en Lima”, señala Córdova, quien se ha esforzado porque su catálogo también esté compuesto por obras de autores bolivianos y ecuatorianos. 

Pacheco coincide y agrega que su objetivo es crear una editorial universal. Por ello hace poco se embarcó en el proyecto de una antología iberoamericana que reúne a 16 autores y el próximo mes estará en París para presentar la versión traducida al español de “Los vencidos. Los indios del Perú ante la conquista española”, que Nathan Wachtel publicó a finales de los 80. 

MOMENTO DE ORGANIZARSE

La Independiente se empezó a gestar en enero de este año gracias a que el Ministerio de Cultura diagnosticó que las editoriales independientes carecían de espacios de exposición y venta de sus productos. Luego de un proceso de selección, 38 editoriales de diversas partes del Perú fueron seleccionadas y durante nueve días se reunirán en la sede del ministerio en San Borja. 

“La perspectiva que se tiene del mercado solo suele tener en cuenta a las editoriales limeñas, pero también hay una gran cantidad de ellas a nivel nacional”, dice Ezio Neyra, director de Libro y la Lectura del ministerio en cuestión. 

Neyra considera que uno de los grandes aportes de los independientes son sus catálogos compuestos por novelas, cuentos, poesía y literatura infantil, pues se garantiza que nuevos autores se den a conocer. Asimismo, destaca que estas suelen hacer una edición personalizada de los textos, lo que podría ser atractivo no solo para autores noveles, sino también para consagrados como lo fue Oswaldo Reynoso, conocido por sus publicaciones en este tipo de editoriales. 

Además, a entender de Neyra, otro de los fuertes de La Independiente es convertirse en un espacio para el diálogo entre editores. Quizás allí se geste un primer modelo de trabajo colaborativo que sirva para consolidar una industria que por muchos años ha avanzado a la deriva.

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