Francesca Raffo

Todo comenzó con la muerte de un águila y otros tipos de aves en el zoológico municipal de Huancayo (Junín) en la quincena de enero. En su momento, las causas de muerte fueron atribuidas a una septicemia para el águila y neumonía o ataque por congénere para las otras especies; no se pensó pensó que podría ser algo más que eso y menos una epidemia como la gripe aviar. Esta enfermedad sonaba, más que nada, en la costa y en aves marinas.