Dos hermanos de 4 y 7 años fallecieron asfixiados cuando la casa en que vivían, ubicada en el distrito de Laredo, Trujillo, se incendiaba al parecer debido a un cortocircuito.
Los niños habían quedado encerrados con llave dentro de la precaria vivienda del sector Centenario por su madre, Giomara Ramos Flores, quien salió a trabajar.
En momentos que las llamas se propagaban por el inmueble, los menores alertaron con sus gritos a los vecinos de la zona. Estos rompieron las puertas y trasladaron a los niños a la posta médica pero ya era demasiado tarde.