
El aumento de la extorsión en el Perú ha sido significativo en los últimos años. Si bien desde un principio el blanco principal de las bandas criminales han sido los comercios y negocios, a quienes cobran cupos para dejarlos trabajar, con el pasar del tiempo han ido ampliando su rango de víctimas, poniendo la mira en las más impensadas. Este escenario se viene presentando en la provincia de Trujillo (La Libertad), donde se observa que gran cantidad de casas tienen stickers o adhesivos con el logotipo de organizaciones pegados a sus puertas y ventanas, señal de que las familias que allí viven están siendo extorsionadas.
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Esta situación ha sido mostrada en un video elaborado recientemente por el conocido youtuber Zazza el italiano, quien se dedica a visitar distintos países y recorrer los sitios más peligrosos de cada uno. Incluso, semanas atrás se hizo viral por publicar un video titulado “Niños sicarios de Lima”, donde se expone la cruda realidad de menores sumergidos en el mundo de la criminalidad.
Siguiendo esa línea, el youtuber llegó hasta Trujillo, para conocer cómo es la vida en una de las ciudades con mayor índice de criminalidad del país. A ello hay que sumarle que La Libertad es la segunda región a nivel nacional con más denuncias por extorsión.
Zazza detalló que Trujillo se ha vuelto un territorio de constante enfrentamiento entre diferentes bandas criminales por el control de las calles y el cobro de cupos, siendo la más temida y sanguinaria la de “Los Pulpos”. Precisamente, las calcomanías que identifican a estos grupos se pueden ver en varias viviendas de los principales distritos trujillanos.
Zazza el italiano haciendo la
— El Tigre Velasco (@DiegoCortazar98) February 6, 2025
chamba d la Penepe pone en
evidencia a bandas mafiosas
y extorsionadores que con la
complicidad de Acuña tienen
bajo terror al norte peruano
¡Indignante! #DinaAsesina pic.twitter.com/ZBwwpT5g56
El auge de este tipo de modalidad extorsiva había sido puesta en evidencia por El Comercio en setiembre del 2024. A través de un informe, se advirtió de que vecinos de los condominios Villa Las Flores, en la zona de Huanchaco, denunciaron haber sufrido un atentado contra sus vidas, luego de que un grupo de delincuentes a bordo de una moto hiciera explosionar un artefacto en el pórtico que sirve de ingreso a dicha área urbana.

¿La razón? represalias e intimidación para que cada familia que allí vive pague el dinero que se les exige: 50 soles diarios. Hablamos de un cobro de cupos descarado y delante de las autoridades. Uno de los afectados señaló que la inseguridad a llegado a tal extremo que ahora se le cobra a las personas por vivir dentro de sus casas.
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“Debemos pagar para vivir. No tenemos negocios ni empresas, no hay un rubro económico. No tenemos plata ¿Qué nos pueden sacar? nada, absolutamente nada”, expresó. Cabe decir que como parte del accionar de estos grupos delictivos, cada cierto tiempo aparecen mensajes en papel en los alrededores de los condominios, en donde los delincuentes describen sus condiciones. Se detectó además que a las casas que efectúan el pago se les coloca en la puerta una calcomanía propia de la agrupación criminal.
Un escenario propicio para la extorsión
Nicolás Zevallos, director del Instituto de Criminología, indicó a El Comercio que esta modalidad extorsiva tiene como fachada el supuesto ofrecimiento de “garantizar tu seguridad”, así como una cierta “exclusividad”, es decir, que ninguna otra banda te podrá exigir que le pagues algo. En ese sentido, precisó que esta problemática tiene que ver con la lógica de control y expansión territorial. Lo que se observa, explicó, son organizaciones que van a tener proyección local, inmediata y cercana, tratando de extraer la mayor cantidad de dinero de los lugares que controlan.
“Si tienes una comunidad, un barrio, un distrito o una localidad que tiene muy poca protección y vigilancia, es una buena oportunidad para que un delincuente te toque la puerta de tu casa y te diga que le pagues a cambio de darte seguridad. Es parte de esa expansión y justamente se da lo que se temía, que ya no le ocurre solo a los negocios, sino también a las familias por el simple hecho de vivir en un barrio que está controlado por alguna banda. Se ven obligados a pagar de forma regular”, sostuvo.
Algo que grafica esta situación y que se viene reportando es que cuando a un vecino se le ocurre ampliar su casa, construyendo un segundo piso por ejemplo, las organizaciones se acercan y le informan que tiene que pagar un derecho por realizar dicho trabajo, de lo contrario, le harán la vida imposible e impedirán que continúe con la obra.

Respecto a la conformación de estas bandas organizadas, Zevallos dijo que hay varias posibilidades. Si bien se ha reportado la presencia de extranjeros llevando a cabo dichas actividades ilícitas, pues algunos grupos están articulados a estructuras tipo el Tren de Aragua y otros, algunas bandas simplemente utilizan el cartel simbólico de estas organizaciones trasnacionales para causar mayor temor en sus víctimas. “Al final, nadie va a corroborar si de verdad son parte o no del Tren de Aragua. Estas organizaciones tiene un peso simbólico fuerte para amedrentar a los vecinos”, comentó.
¿Por qué Trujillo? Para el experto la respuesta es muy evidente: donde haya plata y posibilidades de extraer recursos este fenómeno va a estar presente. Esta premisa se debe tener en cuenta, pues las bandas van a seguir innovando, creciendo y avanzando en su afán de extorsionar y amenazar a cuanta persona sea posible para poder recibir algún tipo de beneficio económico. Por ello, algo clave para las autoridades es hacer un mapeo claro de cuáles son las organizaciones, quiénes las integran y así crear una acción concreta sobre ellos.
“¿Cómo se puede actuar sin las herramientas necesarias? Lamentablemente la evidencia sugiere los estados de emergencia no han tenido efecto. No es indispensable para poner en marcha medidas que impliquen inteligencia policial, investigación criminal, una labor estrecha entre la policía y fiscalía. ¿Qué tan útil puede ser un estado de emergencia si finalmente los sujetos que están siendo investigados no pueden ser detenidos si hay flagrancia?”, agregó Zevallos.
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Por otro lado, ante la consulta de si este escenario en Trujillo puede repetirse en otras ciudades del Perú, el criminólogo acotó que sí, y recordó que los stickers pegados en taxis y unidades de transporte público que se ha visto hace poco en Lima, en realidad nació en Trujillo hace 20 años. Por lo tanto, esta ciudad termina siendo un espacio donde los delincuentes “ensayan” distintas modalidades de extorsión y luego estas se van replicando en el resto del país, en ciudades de estructuras parecidas.
En tanto, Frank Casas, experto en seguridad y crimen organizado, detalló que esta modalidad de cobro de cupos a casas apareció en realidad hace mas de 15 años en Trujillo y en la practica no se ha extendido mucho a otros territorios, aun cuando se sabe que la extorsión existe en varias partes del país, como en Lima. Pese a ello, Trujillo sigue siendo el centro de este delito y la ciudad que tiene a este tipo de prácticas como parte de su vida cotidiana.
Con los stickers pegados en puertas y ventanas, señaló, aquella casa comunica que está pagándole cupos a alguna de las dos bandas organizadas de la ciudad: Los Pulpos y La Jauría. También ocurre en algunas ocasiones que las personas, como medida desesperada, intentan simular que pagan cupos y pegan esos stickers en sus viviendas.

“Ahora hay una mayor expansión o crecimiento de estas dos bandas, algunas se han fragmentado o han aparecido nuevas bandas que también han tomado la practica del cobro de cupos. Cuando uno encuentra esos stickers en la ciudad de Trujillo, ya sea en La Esperanza o El Porvenir, dos de los distritos más peligrosos, lo que quiere decir es que el ciudadano ya está pagando cupo, y de esa manera trata de salvaguardar su seguridad frente a otra banda criminal que quisiera comenzar a cobrarle”, explicó.
Casas precisó que antes de ejecutar la extorsión, las bandas primero detectan los inmuebles que de alguna manera han evidenciado públicamente algún signo de opulencia. No tiene que ser algo suntuoso o de lujo, sino básicamente algún elemento de riqueza.
“Por ejemplo, si te ven que estás comprando un televisor nuevo, ya podrías ser víctima de cobro de cupo, igual si compras un mototaxi. No necesariamente un gran comerciante es víctima de la extorsión, sino que lo puede ser cualquier ciudadano. Esto crea un escenario de alto riesgo de conflictividad y violencia. El gran problema es que eso se ha normalizado en Trujillo”, dijo.
Retiro de stickers
A fin de contrarrestar y de combatir de alguna forma esta modalidad extorsiva, durante el 2024, la Policía Nacional ha ejecutado varios operativos destinados a retirar estos stickers o adhesivos de las casas, negocios y vehículos en la ciudad de Trujillo.
Asimismo, a fines de enero de este año, con la participación de 200 agentes se realizó un operativo en el sector “Cerro El Presidio” del distrito de El Porvenir. Los detectives retiraron diversos stickers de bandas criminales que se encontraban pegadas en las puertas y ventanas de los inmuebles. Además, intervinieron vehículos que contaban con diversos adhesivos y procedieron a despegarlos. El general PNP Guillermo Carlos Llerena, jefe de Región Policial La Libertad, lideró el megaoperativo. Detalló que el objetivo de estas acciones es prevenir delitos y faltas, así como ejecutar el control de identidad puerta por puerta.

En tanto, en abril del año pasado, se llevó a cabo un operativo con el mismo fin. Sin embargo, en aquella ocasión, luego de retirar los stickers pertenecientes a bandas criminales, la Policía Nacional procedió a colocar adhesivos con la frase “Yo denuncio la extorsión”. Para esta ocasión se había identificado que los extorsionadores tenían sus centros de operaciones en los distritos de El Porvenir y Alto Trujillo.
Similar accionar se puso en marcha en julio del 2024, donde incluso la policía hizo el retiro de stickers que estaban pegados en la puerta principal de la I.E. Privada “Niños Talentos”.

Cuatros meses después, 25 de noviembre, en Chiclayo, la Policía Nacional logró intervenir algunos locales dedicados a imprimir estos distintivos visuales o calcomanías para algunas de las más peligrosas bandas dedicadas a la extorsión y el sicariato que operan en la zona norte del Perú, como ‘Los Pulpos’.
En el local “Polarizados ABC”, los agentes del Grupo Terna del Escuadrón Verde descubrieron 12 calcomanías con el logotipo de la bandas “Los Primos”, 12 más con el emblema de “Los Ners”, así como stickers de otros grupos como “Los Pulpos”, “Los Malditos del Triunfo” y “Los Pumas”.
Otros blancos de la extorsión
En Trujillo parece ser que nadie se salva de la ola extorsiva que azota la ciudad. Ya hemos visto que además de los negocios y comercios, los delincuentes cobran cupos a las viviendas por el simple hecho de vivir en una zona que ellos controlan. Sin embargo, no contentos con eso, han puesto la puntería también a colegios e iglesias.
A finales de agosto del año pasado, se reportó el caso de una escuela estatal de educación inicial en el distrito de Florencia de Mora, cuyos directivos eran amenazados por un grupo de extorsionadores que pedían el pago de 20 mil soles para no atentar contra sus vidas o la de los estudiantes.
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Del mismo modo, en marzo del 2024, el sacerdote de la Iglesia de Santa Lucía, en Ferreñafe (Lambayeque), Gregorio Sono Cabrera, fue víctima de criminales quienes incluso llegaron a dejar un sobre con una bala en su interior en un intento por amedrentarlo y posiblemente obligarlo a pagar cupo para no atentar contra su vida. El párroco denunció el hecho en la comisaría, donde mostró además los mensajes amenazantes que le habían enviado por WhatsApp.
Similar situación vivió un pastor evangélico víctima de estos criminales. Oswaldo Alva, quien además era agente municipal de Huamachuco, en La Libertad, logró escapar de sus secuestradores tras ser retenido en una casa, donde estaba a punto de ser torturado. Pudo escapar lanzándose al vacío desde el techo de la vivienda. Tuvo que caminar durante una hora por la carretera en busca de auxilio.
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