Hernán Medrano Marin

El aumento de la extorsión en el Perú ha sido significativo en los últimos años. Si bien desde un principio el blanco principal de las bandas criminales han sido los comercios y negocios, a quienes cobran cupos para dejarlos trabajar, con el pasar del tiempo han ido ampliando su rango de víctimas, poniendo la mira en las más impensadas. Este escenario se viene presentando en la provincia de Trujillo (La Libertad), donde se observa que gran cantidad de casas tienen stickers o adhesivos con el logotipo de organizaciones pegados a sus puertas y ventanas, señal de que las familias que allí viven están siendo extorsionadas.