Edwin Oviedo: ¿Qué caso prevalece para su detención, Tumán o Los Cuellos Blancos?

Este viernes, el juez del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo, Carlos Chanamé, ordenó 18 meses de prisión preventiva contra Edwin Oviedo, por los presuntos delitos de asociación ilícita en agravio del Estado y homicidio calificado de los dirigentes sindicales Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte.

Según la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada (Fecor) de Chiclayo, le atribuye ser el presunto cabecilla de la organización criminal Los Wachiturros de Tumán. Según la acusación, esta atacaba a quienes se oponían a la gestión de Oviedo al frente de la azucarera Tumán entre el 2007 y el 2015.

Vale precisar que el empresario fue detenido preliminarmente el último jueves en su vivienda ubicada en el distrito de San Borja por el caso Los Cuellos Blancos del Puerto. Según la fiscal Rocío Sánchez, al formar parte Oviedo de esta organización criminal usó su cargo en la FPF para “lograr la expansión de la red de corrupción y mantener hegemonía e impunidad”. Su abogado, José Carlos Isla Montaño, también permanece detenido.

Al respecto, el abogado penalista, Luis Lamas Puccio, indicó que entre ambas medidas dadas por el Poder Judicial, la disposición de prisión preventiva por el caso Los Wachiturros de Tumán cuenta con mayor peso, por lo que Oviedo tendrá que ser recluido en el penal de Picsi, ubicado en la provincia de Chiclayo (Lambayeque).

Asimismo, el también abogado penalista, Mario Amoretti, precisó que cabe la posibilidad de que Oviedo sea recluido en un penal de Lima en caso su defensa apele el fallo dado por el Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo.

Durante la audiencia de pedido de prisión preventiva, realizado la semana pasada, el representante de la Fecor de Chiclayo, Juan Carrasco, expuso que “existen fundados y graves elementos de convicción que vinculan al empresario con el homicidio de ambos dirigentes”.

Añadió que las penas por los delitos que se lo investigan superan los cuatro años de prisión (ocho años por el delito de asociación ilícita y 15 años por homicidio calificado). Estas penas son mayores a las que podría recibir por el caso Los Cuellos Blancos, lo que es otro factor que le otorga más peso a la medida de prisión preventiva por sobre la de detención preliminar.

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