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Narcos controlaban frontera de Loreto | FOTOS
Ricardo León

La mañana de ayer, el alcalde de la provincia de Putumayo (Loreto), Segundo Julca, conversaba con El Comercio sobre el panorama luego de que el Gobierno decretara un estado de emergencia en esa localidad (vía el Decreto Supremo 075-2018-PCM) ante la presencia de grupos armados ligados al narcotráfico. Julca, quien estaba en Iquitos, dijo que temía que esa medida dictada empeorara su situación personal, luego de las constantes amenazas de muerte que ha recibido.

A esa misma hora, en la localidad de Güepí, perteneciente al distrito de Teniente Manuel Clavero (en Putumayo), se ejecutaba el mayor operativo contra el narcotráfico que se ha realizado en la frontera con Colombia. Este estuvo encabezado por el presidente de la República, Martín Vizcarra, y los ministros José Huerta (Defensa) y Mauro Medina (Interior), además de mandos policiales y de las Fuerzas Armadas.

–"Cuidar las fronteras"

El ministro del Interior, Mauro Medina, dijo a este Diario que en el operativo fueron intervenidas 51 personas. Según dijo, alrededor de 40 son extranjeros (básicamente colombianos). Ellos fueron trasladados a Iquitos.

Participaron 373 agentes, entre policías y militares, además de dos fiscales antidrogas y un fiscal para casos de terrorismo. Ellos descubrieron que en cuatro fincas ubicadas cerca de la laguna Pacora – en Soplín Vargas– se escondían cuatro laboratorios de producción de cocaína. En esos puntos encontraron además hoja de coca picada, cal y otros insumos químicos, además de 20 sacos de marihuana.

Al final del operativo, el presidente Vizcarra comentó que el objetivo era “cuidar y proteger nuestras fronteras”. Él dijo que desde que asumió la presidencia tuvo conocimiento de que la frontera del río Putumayo era vulnerada y de que había “problemas de seguridad por la invasión de ciudadanos de Colombia”.

En abril, Neider Jhonny Machacury, un colombiano de 19 años, fue detenido por la policía a pocos metros de un colegio estatal situado a orillas del río Putumayo, en el lado peruano de la frontera. Él conversaba con dos menores a quienes intentaba convencer de unirse a los grupos disidentes de las FARC “a cambio de dinero e instrucción en el manejo de armas”.

Antes de la detención de Machacury, el Ministerio Público reportó varios casos de secuestros en la zona. En marzo, se registró la denuncia de un morador que manifestó que había sido invitado a participar “en la guerrilla”, y luego fue secuestrado por diez días. Huyó del lugar tras haber sido amenazado por “8 hombres armados”.

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