La madrugada del lunes último, en Nuevo Ayacucho, Cañete, 37 integrantes de una presunta mafia dedicada al tráfico de tierras y extorsión fueron capturados. La policía asegura que planeó el golpe por 6 meses. (Foto: El Comercio)
La madrugada del lunes último, en Nuevo Ayacucho, Cañete, 37 integrantes de una presunta mafia dedicada al tráfico de tierras y extorsión fueron capturados. La policía asegura que planeó el golpe por 6 meses. (Foto: El Comercio)
Enrique Vera

El miércoles pasado, el Ministerio del Interior (Mininter) concretó en La Libertad la megaoperación 65 dirigida contra las organizaciones criminales del país. En esa ocasión, se desarticularon tres bandas delictivas que durante más de 10 años extorsionaban a empresas de transportes en Trujillo.

Según el sector a cargo de Carlos Basombrío, con ese golpe ya son más de 800 presuntos delincuentes de alta peligrosidad los capturados bajo la misma estrategia durante esta gestión. De estos, un 90% ya tiene prisión preventiva.

“Ello ha ocurrido porque los casos que presentamos al juez están bien sustentados”, declaró a El Comercio el viceministro de Orden Interno, Rubén Vargas.

Esto responde, precisó, a un trabajo basado en labores de inteligencia que buscan desentrañar la estructura criminal –desde el cabecilla hasta los colaboradores–, y que se apoyan en el uso de tecnologías de alto nivel. Sostuvo además que esto se coordina “mano a mano” con las fiscalías de crimen organizado y el Poder Judicial.

“Cada megaoperación tarda en madurar entre cuatro y siete meses. Antes de realizarlas, llegamos a entender bien cómo funcionan las mafias. Y actuamos de madrugada. Por eso, los agarramos con los pantalones abajo”, señaló Vargas.

—Ex ministros opinan—
Sin embargo, para el ex titular del Mininter Remigio Hernani, lo que sucede actualmente es una sobreexposición del trabajo que el personal de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) ha desarrollado siempre con perfil bajo, pues “para eso ha sido preparado”.

“Hay una excesiva publicidad por parte del ministro Carlos Basombrío. Las extorsiones y muertes continúan, mientras él presenta bandas y promueve grandes coberturas. Hemos perdido un año sin mejoras en seguridad. Lo que se tiene en investigación es solo lo heredado del gobierno de Humala”, refirió.

Octavio Salazar, ex ministro del Interior y hoy congresista por Fuerza Popular, indicó que, si bien las megaoperaciones no son una novedad de esta gestión, sí lo es que ahora la policía se apoye en la tecnología adquirida durante el gobierno pasado para golpear a las bandas criminales.

“Hay bastante esfuerzo [puesto en esta estrategia]; no obstante, la ciudadanía aún padece por la delincuencia [común]. La batalla contra el crimen está en las calles y eso ha sido desatendido. Debemos recuperar la presencia policial ahí”, dijo.

—Coordinación judicial—
Salazar también hizo hincapié en la necesidad de que el Poder Judicial informe sobre cuántos de los detenidos durante las megaoperaciones son finalmente derivados a los penales. Precisó que, si la mayoría sale libre solo después de rendir su manifestación, no tendría lógica tanto esfuerzo en las capturas.

En tanto, Hernani consideró que la falta de una exhaustiva labor de inteligencia en la PNP obedece a que la institución solo opera con 4.500 detectives, pues, según anotó, esta gestión no ha impulsado la promoción de más personal especializado.

Al respecto, el viceministro Vargas puntualizó que –hoy en día– el Mininter ha convertido a la inteligencia policial en el arma principal para combatir el crimen. Por ello, explicó, no solo se ha dotado a la Dirincri de 500 investigadores adicionales durante los primeros cien días de la gestión de Basombrío, sino que también se ha creado la División de Investigaciones de Alta Complejidad.

“Esta unidad realiza casi todas las megaoperaciones. Pero no se trata de poner mil o cinco mil policías a cargo de la investigación, sino de trabajar con inteligencia y con grupos especializados. No es la cantidad la que define su operatividad, sino la calidad. Tampoco se requiere declarar en estado de emergencia, recortar los derechos fundamentales, o sacar a las Fuerzas Armadas y sus tanques [a las calles]”, acotó.

-Aún hay bandas que operan en Trujillo-
El fiscal provincial penal encargado de investigar los delitos de extorsión en La Libertad, William Rabanal, destacó que las megaoperaciones han dado buenos resultados en esa región. No obstante, dijo que aún hay tareas pendientes.

“En Trujillo, la delincuencia ya no es como en años anteriores. Íbamos camino a convertirnos en la nueva Ciudad Juárez. La acción policial ha funcionado contra los extorsionadores y sicarios. Desde el 2015 la delincuencia se ha ido reduciendo, y casi ya no registramos homicidios por extorsión”, dijo.

Rabanal agregó que la PNP debe orientar sus esfuerzos en identificar y golpear a las bandas de marcas, ya que estas “siguen intactas”. Según refirió, los marcas operan sin necesidad de grandes planeamientos y pueden ejecutar hasta tres asaltos al día y vivir con los montos robados durante un mes, pues no tienen muchos integrantes.

Detalló que esas mismas características tienen las bandas que aún atacan diariamente en Trujillo a las empresas de transporte. “Han tomado vías transitadas de la ciudad por tramos. Las empresas de transporte urbano, taxis y mototaxis les pagan cupos de entre S/15 mil y S/17 mil mensuales”, concluyó.

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