(Foto: Ralph Zapata)
(Foto: Ralph Zapata)

Los alumnos del campamento temporal San Pablo, ubicado en Piura, empezaron el último lunes a recibir clases a tres semanas del inicio oficial del Año Escolar 2018. Así lo comprobó El Comercio en un recorrido que realizó por dicha institución educativa, que se ubica en el campamento de damnificados de El Niño costero.

Shirley Izaga Morán, directora encargada del colegio del campamento San Pablo, dijo que las clases comenzaron luego de que la Dirección Regional de Educación de Piura (DREP) enviara dos profesoras más para completar el cuadro docente. “Actualmente somos tres docentes las que estamos enseñando a los niños, desde primero hasta sexto de primaria”, comentó.

Los estudiantes de esta escuela temporal no han perdido clases, pues sus padres los matricularon en colegios de Pedregal Grande, Catacaos y el mismo pueblo de San Pablo. “Sin embargo, cuando ha empezado a funcionar nuestra escuela, los padres los han traído para acá porque así se ahorran pasajes diarios. Ahora, lo que nos falta es que nos solucionen la falta de agua potable en el colegio”, dijo Izaga.

En el colegio del campamento San Pablo las aulas prefabricadas están empolvadas, no han sido limpiadas, las ventanas de celosilla han sido destrozadas por el sol, y no hay agua potable. “Nos han cortado el agua potable. Antes teníamos un pilón, pero ahora ya no tenemos. Los baños están sucios, necesitamos solucionar esos problemas para empezar el Año Escolar”, dijo Izaga.

Asimismo, es urgente que se mejoren las condiciones de las aulas prefabricadas y las ventanas de celosilla, pues estas últimas están rotas. Esta escuela temporal funciona desde el año pasado, luego de que más de 5 mil damnificados de Catacaos se refugiaran en esta zona. Huyeron, desplazados por la corriente de agua del río Piura que se desbordó, y llegaron a esta zona de la carretera Panamericana Piura-Chiclayo, donde intentan reorganizar su vida cotidiana.

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