Puente Solidaridad: supervisor contratado no estuvo en la obra
Puente Solidaridad: supervisor contratado no estuvo en la obra

Cuando el puente Solidaridad cayó sobre el río Rímac, luego de seis años y medio de haber sido inaugurado, la Unidad de Investigación de El Comercio reveló que fue construido por una empresa sin experiencia y que, según entendidos en contrataciones públicas, la licitación habría sido direccionada.

Ahora otras indagaciones permiten revelar más irregularidades, esta vez, vinculadas al desempeño del ingeniero contratado para supervisar la construcción, Víctor Sánchez Moya. Este profesional aceptó que la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape) le pagó a pesar de que no supervisó la obra en el campo.

Otorgada la buena pro para la construcción del puente Solidaridad, Emape encargó a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) organizar la convocatoria para contratar al supervisor, según un convenio de cooperación firmado entre ambas instituciones. Así, el 23 de marzo del 2010, la OEI comunicó a Emape que Sánchez había resultado ganador.

La empresa municipal firmó el contrato con Sánchez, ingeniero jefe de supervisión, por S/143.500. Este profesional debía cumplir el requisito mínimo de tener una “participación directa a tiempo completo” en la supervisión de la construcción del puente Solidaridad, además de las credenciales y experiencia del caso. Sin embargo, Sánchez aceptó ante El Comercio que no estuvo en el campo: “No participé directamente por razones de salud en esa época”. A nuestra insistencia de que –según el contrato– se requería su presencia, el ingeniero sostuvo: “No, no, no necesariamente […]. Seguro habré ido una vez, así, pero no, no, no que haya ido, pues, porque lo más importante son los procedimientos [sic]”.

Puente Solidaridad colapsó pese a que el Rímac no llegó a caudal máximo histórico (Por ) — Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe)

Víctor Sánchez agregó que dejó a su ingeniero asistente el trabajo de supervisión de la construcción. “Ese día a día lo ha hecho un ingeniero que tiene experiencia de campo y es quien estaba. No necesariamente debo estar yo […]. Mi trabajo es revisar el proyecto, se van haciendo los informes, pero el contrato lo tengo yo”. Cuando se le reiteró sobre que el contrato exigía su participación directa, Sánchez Moya respondió: “No es necesario que yo tenga que estar en el campo. Para ver que estén vaciando concreto no se necesita un especialista que ha estudiado en Inglaterra y con doctorado”.

Según el abogado José Antonio Trelles, experto en contrataciones públicas, que el ingeniero reconozca que no participó en la supervisión, “evidencia un incumplimiento contractual pasible de potenciales responsabilidades civiles por las deficiencias técnicas en la construcción resultado de una indebida supervisión”. Trelles agregó que la confesión del ingeniero confirma también el incumplimiento de funciones de Emape al no verificar la cabal supervisión.

El representante de OEI Perú, José Hernández de Toro, precisó que fue Emape la que dio la orden de pagar al ingeniero Sánchez Moya a pesar de que este no estuvo en la construcción del puente. Detalló que, según el convenio, la OEI tenía una doble función. “Hacer la selección de la buena pro y pagarle al contratista conforme íbamos recibiendo las aprobaciones y las órdenes por parte de la empresa municipal. Emape es la que firma el contrato y la que tiene que fiscalizar que se cumpla”, dijo.

—Sin transparencia—
El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) confirmó que en su sistema electrónico –Seace– no existe registro alguno del contrato firmado entre Emape y el ingeniero Sánchez Moya. El representante de la OEI respondió que era Emape la responsable de colgar la información en la web. Agregó que su organización entregó todos los documentos al municipio.

Este no es el primer cuestionamiento a la OEI, pues su ex presidente fue grabado junto al ex ministro Rómulo León en los llamados ‘petroaudios’ coordinando supuestos beneficios en obras con el Gobierno Regional de Áncash. Su representante actual, Hernández de Toro, atribuyó esas acusaciones a informaciones no contrastadas. Agregó que siempre se ha colaborado dando información a quien la solicite, como hoy con la prensa.

Respecto al convenio entre Emape y la OEI, el abogado Trelles afirmó que, desde su experiencia, “este tipo de convenios pretende evitar los sistemas de control gubernamentales, usando a las organizaciones internacionales para manipular y direccionar los procesos de selección”.

Al cierre de esta edición, Emape no respondió por qué se mostró conforme y ordenó pagar a Víctor Sánchez Moya cuando este no estuvo presente en la construcción del puente Solidaridad. Emape solo precisó que fue su funcionario Edmundo Paniagua Corazao el responsable de fiscalizar el trabajo del ingeniero.

VOZ DE EXPERTO

“Este trabajo debe realizarse en el campo”
Enrique Guadalupe
Ingeniero

¿El jefe de supervisión tiene el deber de estar en la obra?
Debe dedicarse íntegramente a supervisar la obra. En oficina se pueden ver planos y hacer informes pero el trabajo es principalmente en el campo en un 70% u 80% .

¿Pudo evitarse que el puente Solidaridad cayera?
El supervisor debió ver que se estaban haciendo mal los tirantes y la base. Justamente por esos errores se cayó el puente, además del mal diseño.

Se habla de una suerte de venta de firmas en el sector...
En general, hay autoridades que buscan un supervisor afín para, ante cualquier cosa, se presten a la colusión con su firma. El ingeniero no supervisa nada pero todo firma.

Funcionario de Emape: Puente Solidaridad "no se ha caído, se ha desplomado" ► — Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe)

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