CADE Educación considera necesaria una supervisión que garantice la calidad de la educación básica.
CADE Educación considera necesaria una supervisión que garantice la calidad de la educación básica.
Jorge Falen

El presupuesto insuficiente y la creciente brecha en infraestructura figuran entre los principales retos de la educación en el país. El presupuesto del sector educación para el 2019 bordea los S/30 mil millones, pero esta cifra representa solo el 3,9% del PBI (el promedio de los países de la OCDE está arriba del 5%). Se calcula que solo en infraestructura se necesitan S/100 mil millones para cerrar el déficit.

Sin embargo, un aspecto poco abordado en los últimos años para el avance del sector es el factor institucional. El reto de la transformación del sistema educativo, el eficiente funcionamiento de las escuelas y la firma de un pacto político para el cumplimiento de las reformas son aún temas pendientes en la agenda de las autoridades.

Estas son las principales propuestas formuladas en la décima edición de CADE Educación 2018, organizado bajo el lema “¡Transformemos el sistema educativo, ya!”. Esa actividad reúne cada año a miembros del sector público, académicos y empresarios para abordar cómo tener una educación de calidad.

Cambio pendiente

El sector educación es el que tiene mayor presencia en el país. Cuenta con un ministerio (que establece el rol rector), 26 direcciones regionales de educación (DRE), 220 unidades de gestión local (UGEL), 67 mil locales educativos, 143 universidades y 1.059 institutos.

Según el diagnóstico formulado en CADE Educación, el principal problema del sistema está en su organización y operación, basada en un esquema centralizado y con poca autonomía de los colegios.

“Esto no funciona porque a nivel local no se hace lo que el ministerio prescribe. El Minedu debe crear condiciones para que las escuelas funcionen, no decirles qué hacer en detalle”, explica César Guadalupe, presidente de CADE Educación.

La nueva escuela

El centro de la organización del sistema es la escuela; sin embargo, a nivel estatal aún se desconoce el número exacto de planteles que hay en el ámbito nacional.

Según las normas, cada establecimiento debe ofrecer al menos un servicio integrado de inicial, primaria y secundaria, pero son pocos los colegios públicos que cumplen este requisito.

Esta situación genera que, por ejemplo, un estudiante pase por tres centros educativos distintos durante su etapa escolar.

Ello impide que exista un seguimiento eficiente de su desempeño. Con escuelas pequeñas, no es posible formar equipos multidisciplinarios que cumplan esta labor.

“La educación debería pensar en la trayectoria de las personas. Una [escuela] primaria debería tener por lo menos 150 alumnos, pero el 40% de las ubicadas en capitales departamentales tiene menos que eso”, explica Guadalupe.

Definición de roles

CADE Educación propone un sistema que ponga en el centro a las escuelas. Las UGEL, responsables de la articulación territorial, deben quedar a cargo de la logística, mientras que el seguimiento educativo debe ser ejercido por el Minedu.

Una función pendiente es la supervisión de la educación básica, que debe ser asumida por un organismo independiente, tal como ocurre con la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu) en las universidades.

“Se debe contar con un ente independiente que haga supervisión y que cumpla el rol público de garantizar el derecho a una educación de calidad”, apunta el especialista.

Acuerdo político

La organización considera, por último, que la continuidad de las reformas planteadas requiere consensos.

Al igual que iniciativas previas, como el Acuerdo Nacional –implementado en el 2002–, la medida tendría que ser plasmada en la firma de un pacto por la educación que trascienda a futuros gobiernos.

-El reto de los docentes-

Uno de los temas pendientes en la reforma educativa es el rol de los docentes. Si bien el Ejecutivo ha garantizado el aumento de su salario base –que alcanzará los S/2.200 en el 2019–, aún queda pendiente la implementación de políticas que mejoren su desempeño en el aula.

Para Hugo Díaz, miembro del Consejo Nacional de Educación, el incremento en los sueldos para el próximo año debió ir acompañado por un compromiso en la mejora de la enseñanza.

“Entre el inicio de este gobierno y finales del 2019, los maestros aumentarán su remuneración en 50%, pero sin ningún criterio de mérito. Hay que retomar este criterio”, comenta.

Asimismo, el especialista opina que debe incidirse en la revalorización de la labor docente. “En los últimos años, la lucha de los maestros ha sido exclusivamente reivindicativa y no ha habido aportes pedagógicos ni del sindicato ni de grupos docentes que sean relevantes”, dice Díaz.

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