Los sismos provocaron derrumbes en carreteras de las provincias de Tacna, Jorge Basadre, Tarata y Candarave. No se reportaron víctimas mortales, pero sí siete heridos. (Foto: INDECI)
Los sismos provocaron derrumbes en carreteras de las provincias de Tacna, Jorge Basadre, Tarata y Candarave. No se reportaron víctimas mortales, pero sí siete heridos. (Foto: INDECI)
Redacción EC

La tierra no para de temblar en el sur. Casi tres meses después del sismo de 6,3 grados de magnitud que dejó un muerto en la provincia
de Caravelí (Arequipa), dos movimientos –de 6,3 y 4,9 grados– remecieron la madrugada de ayer la provincia de Tacna y el norte de Chile.

Los epicentros de ambos temblores se localizaron a 108 y 86 km al sureste de esta jurisdicción, en las regiones chilenas de Arica y Parinacota.

Tuvieron una profundidad de 100 kilómetros, según informó el Instituto Geofísico del Perú (IGP).

Si bien no se reportaron víctimas fatales, los sismos en Tacna dejaron 7 heridos leves y provocaron el derrumbe de rocas que obstaculizaron algunas carreteras que conectan la costa con la sierra de la región.

También ocasionaron el corte del fluido eléctrico en algunas localidades de la periferia. El Instituto de Defensa Civil (Indeci) indicó que los sismos también se sintieron en la sierra de la región Tacna y
algunas provincias de Arequipa y Moquegua.

Al menos dos viviendas resultaron dañadas en la provincia de Mariscal Nieto, situada al sur de Moquegua.

Tras el siniestro, las autoridades tacneñas activaron los mecanismos de respuesta en las principales ciudades. Los pacientes del hospital
Hipólito Unanue fueron evacuados a zonas seguras fuera de las instalaciones del centro de salud. Por otro lado, las clases escolares se desarrollaron con normalidad.

—Probabilidad sísmica—
Según el IGP, las zonas del país con mayor riesgo de ocurrencia de sismos se encuentran en la costa central y sur. De los 282 sismos que se han percibido este año, 80 ocurrieron en Arequipa, 17 en Moquegua y 6 en Tacna.

Se estima que en la costa sur no se ha producido un gran terremoto en los últimos 300 años. Aunque los sismos tuvieron epicentros a gran profundidad y en la zona continental, Patricio Valderrama, geólogo e investigador de Ambiand, explicó a El Comercio que lo que
se espera es que haya movimientos superficiales y con epicentros en el mar, por las características de la placa de Nasca en este sector.

“Pese a que este sismo alcanzó una magnitud de 6,3, fue muy profundo. Eso produce que se disipe la onda, lo cual favorece para que no se produzcan daños”, dijo Valderrama.

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