Según la legislación peruana, la prostitución no es un delito siempre y cuando sea ejercida de forma voluntaria. En la práctica, este oficio esconde redes de explotación y trata de personas. (Foto: Miguel Bellido / El Comercio)
Según la legislación peruana, la prostitución no es un delito siempre y cuando sea ejercida de forma voluntaria. En la práctica, este oficio esconde redes de explotación y trata de personas. (Foto: Miguel Bellido / El Comercio)
Luis García Bendezú

La prostitución -voluntaria y de personas adultas- no es ilegal en el Perú. No obstante, este oficio nunca ha sido reglamentado. Las trabajadoras sexuales no figuran en la planilla de ninguna empresa, no pagan impuestos ni suelen tener jubilaciones. Por ello, la Red Nacional de Trabajadoras Sexuales del Perú (Redtrasex - Perú) impulsa la promulgación de un reglamento que les permita formalizarse y, por ejemplo, ser sujeto de crédito. El Comercio conversó al respecto con Azucena Rodríguez, coordinadora nacional de la Redtrasex - Perú. 

—Hay investigadores que opinan que la prostitución, en todas sus formas, es una forma de explotación de la persona.
El trabajo sexual es una cosa y la trata de personas es otra. En la trata, las personas están en contra de su voluntad. En el trabajo sexual, en cambio, no. Es algo autónomo y lo decidimos porque, bueno, somos mayores de edad y así como una persona decide ser abogada, otra decide ser trabajadora sexual. Así lo hemos decidido, por dinero o porque lo creímos conveniente. Otra cosa es ser explotada y obligada.

— ¿Qué necesita una mujer para ejercer la prostitución?
Ser mayor de edad.

— ¿Y un carnet de sanidad?
También. En los prostíbulos como Las Cucardas o los del Callao como El Bote, La Salvaje y el Trocadero se trabaja con licencias municipales. A ellos se les pide que todas las mujeres que trabajen ahí tengan un carnet con su prueba de VIH. A las chicas que atienden en la calle, en un bar o en su casa nadie las obliga. Por eso [la Redtrasex – Perú] tiene promotoras que van a las calles y a los bares. Conversamos con las compañeras y las llevamos a que pasen por un control médico.

Azucena Rodríguez es la coordinadora de la Red Nacional de Trabajadoras Sexuales del Perú. Esta organización está presente en doce regiones. (Foto: Redtrasex - Perú)
Azucena Rodríguez es la coordinadora de la Red Nacional de Trabajadoras Sexuales del Perú. Esta organización está presente en doce regiones. (Foto: Redtrasex - Perú)

— ¿Qué motiva a una mujer a ejercer la prostitución?
La mayoría entra por dinero, son chicas que no tienen profesión. El trabajo sexual da buen dinero y si tienes la cabeza bien puesta, pues te permite vivir tranquilamente, mantener a tus hijos, mandarlos a la universidad, comprarte una casita.

— Pero no niega usted que existen redes de tratantes y abusadores...
Por supuesto que no. Somos conscientes de que la trata existe y que muchos son aprovechadores que meten a las mujeres a trabajar.

— Hace un mes, por ejemplo, la policía arrestó a un sujeto [Fernando Zúñiga Fernández] por, presuntamente, reclutar a extranjeras y obligarlas a prostituirse en Perú.
Sí. También hay hombres que traen a chicas de Loreto. Hay bares donde todas son menores de edad. Luego vienen las batidas, cierran los bares y al día siguiente las sueltan [a las chicas]. También hay bares donde las chicas tienen un horario, las retienen. Recién les dan su dinero cuando terminan su jornada [lo cual es rufianismo]. Las chicas saben que el dueño de ese local es un explotador y un proxeneta, pero ninguna denuncia. Les conviene trabajar ahí porque ganan su plata.

Aunque la prostitución no es ilegal, hay varios municipios que prohíben este oficio en la calle. Para la Redtrasex, esta es una forma de discriminación. (Foto: Miguel Bellido)
Aunque la prostitución no es ilegal, hay varios municipios que prohíben este oficio en la calle. Para la Redtrasex, esta es una forma de discriminación. (Foto: Miguel Bellido)

— ¿En qué consiste su proyecto de reglamentar el trabajo sexual?
Bueno, tenemos un proyecto de ley que queremos que se debata. Sabemos que esto ocurrirá de acá a unos años quizá. Sabemos que es difícil, pero el primer paso es que nos conozcan. Hay tres o cuatro congresistas que nos apoyan. En el Perú todos tiemblan cuando se habla de trabajo sexual

— ¿Por qué lo cree?
Lo noto. Creo que los políticos tienen una opinión formada sobre el matrimonio gay, incluso hay un congresista abiertamente homosexual. Pero cuando se trata del trabajo sexual, se demoran en contestar [ríe]. Pero bueno, queremos la oportunidad de que nos escuchen. Que se sepa que el trabajo sexual no es malo. Malas son las condiciones en las que trabajamos. 

—¿Cómo cree que sería un modelo eficiente y digno para ejercer la prostitución? ¿Trabajar en una zona rosa?
No. No estamos de acuerdo con una zona rosa. Pero sí con regular nuestro trabajo para que sea considerado como cualquier otro. Que paguemos impuestos. Nosotras a los 50 años seguimos trabajando, sin ningún beneficio. Queremos crear un sindicato, estar en regla con la ley y que no nos correteen ni nos maltraten.

— ¿Para eso deberían crearse empresas dedicadas a ese rubro?
No necesariamente. Podemos hacerlo como independientes. Pagamos nuestros impuestos, nuestro seguro y listo. Tenemos claro que queremos hacer esto como trabajadoras independientes. Hoy nadie nos da crédito, por ejemplo. Pero ya siendo trabajadoras y pagando nuestros impuestos tendríamos más garantías. Viviríamos un poquito mejor.

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