FOTOS: Alonso Chero
Cada 20 de enero, fecha de la fiesta de San Sebastián y San Fabián, los jaujinos se ponen máscaras de alambre y, como si fueran actores de método, encarnan un papel durante cinco días. Es la fiesta de la Tunantada, cuyos orígenes se pierden en el tiempo.
Hacia la mitad del siglo XIX ya se daban registros de la existencia de una danza originaria de Jauja que hacía burla de la dominación española, a la vez que rescataba, como si se tratase de una obra costumbrista, los personajes más coloridos de la sociedad colonial.
Algunos interpretan al indio o chuto, bromista y amiguero; otros al español o príncipe, serio y ridiculizado en sus aires de elegancia. También están el tucumano, el jamille o boliviano, el tinterillo, la wankita, la jaujina, la cuzqueña, el chuncho, entre otros personajes.
Una vez que se ponen la máscara, no se la pueden quitar hasta la medianoche. Y no pueden salirse del personaje. Si desean tomarse una cerveza, pueden usar cañita o levantar su careta hasta la mitad de la cara, nunca por completo.
La tunantada 2017 se realizó en Jauja y Yauyos del 20 al 25 de enero. En ella participaron 31 instituciones tunanteras (cuadrillas de baile) y el evento incluyó, como numero de fondo, la orquesta tunantera más grande del mundo. Alrededor de 640 músicos pertenecientes a todas las cuadrillas se juntaron al medio de la plaza de Yauyos para interpretar cinco canciones.
Conoce más de la Tunantada este sábado en Somos.
Hoy en Somos: Conoce más sobre el 'Stiletto' o baile sobre tacones. Quienes lo practican toman lo sexy como empoderamiento. pic.twitter.com/gr7VnA3RBJ
— Revista Somos (@SomosElComercio) 4 de febrero de 2017
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