Fiscalía sostiene que canadiense sería el asesino de Olivia Arévalo
Fiscalía sostiene que canadiense sería el asesino de Olivia Arévalo
Redacción EC

El Ministerio Público de Ucayali considera que las últimas pruebas realizadas determinarían que el ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe fue el responsable de la muerte de Olivia Arévalo.

El presidente de junta de fiscales de la región, Ricardo Jiménez, dijo que si bien las pruebas de absorción atómica realizadas a Woodroffe dieron negativo, estos mismos exámenes practicados a la ropa usada por el ciudadano extranjero dieron positivo al hallarse elementos como plomo, bario y antimonio.

Por otro lado, añadió que la Fiscalía continúa investigando el móvil del crimen. Además, agregó que Julián Vásquez Arévalo, hijo de Olivia Arévalo, quien presuntamente tenía una deuda de dinero con Woodroffe, sigue no habido.

La lideresa indígena Olivia Arévalo fue asesinada el 19 de abril de dos disparos al pecho en la comunidad intercultural Victoria Gracia, en Yarinacocha, región Ucayali.

Horas después, un grupo de personas linchó al ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe en el centro poblado de San Pablo de Tushmo; este finalmente murió por ahorcamiento. Dos de los implicados ya han sido identificados y hay una orden de detención en contra de ellos.

-Hija de Arévalo niega deuda-

Virginia Vásquez Arévalo, hija de la mujer indígena, se pronunció sobre la muerte de su madre en una entrevista. En el programa Cuarto Poder, ella negó que algún integrante de su familia fuera capaz de matar al ciudadano canadiense.

"(Woodroffe) Llegó a preguntar por Olivia Arévalo. Mi hermano se presentó y le dijo que mi mamá no estaba. Dijo que querían que le curen su cuerpo. Dijo que tenía mal el corazón y mal pensamiento", contó Vásques Arévalo.

De acuerdo al reportaje, el ciudadano canadiense regresó en otras ocasiones de forma alterada. Asimismo, los vecinos de la comunidad habrían entregado a Woodroffe tres veces a la policía por alterar el orden.

La hija de Arévalo señaló que, un día antes del asesinato de su madre, el canadiense volvió a la comunidad con una nota en un papel, que decía: "diez mil dólares". "Dijo que le habían robado y que lo habían golpeado. Preguntaba por Olivia. Nunca me contaron nada de un préstamo [...] Para mí, todo estuvo mal. Mi mamá ni los shipibos pensaban mal de él. Él era el que los buscaba", mencionó.

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