Ungass 2016: la estrategia mundial antidrogas en el tapete
Ungass 2016: la estrategia mundial antidrogas en el tapete
Ricardo León

Esta semana se llevó a cabo en Nueva York una Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Ungass, por sus siglas en inglés) en la que se analizaron, con un nivel de franqueza colectiva pocas veces visto, los logros y fracasos de la lucha contra las drogas y se habló de “nuevos paradigmas”.

La reunión se llevó a cabo tras un pedido expreso de Colombia, México y Guatemala realizado en el 2012. Los presidentes de estos países no desaprovecharon la oportunidad para exponer sus posiciones.

“No estoy proponiendo la legalización. Estoy proponiendo que cambiemos el enfoque. Llevamos más de 40 años en esta guerra contra las drogas y no la hemos ganado”, dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos en la víspera de la cita.

“El esquema basado esencialmente en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas, que se inició en los años 70, no ha logrado inhibir la producción, el tráfico ni el consumo”, dijo el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto durante su intervención.

El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, pidió que las políticas contra las drogas pongan “a las personas y no a las sustancias en el centro”, y propuso un enfoque más humano.  

EL FACTOR PERÚ
También fue confrontacional la postura del presidente Ollanta Humala, quien se refirió a Estados Unidos y a las potencias europeas como parte del problema. “¿Qué están haciendo estos países que son la gran demanda de la cocaína? Hay una responsabilidad compartida, pero no diferenciada [...]. Exigimos que los que tienen plata para pagar drogas hagan su trabajo”, dijo.

En este ajedrez de la lucha contra las drogas, el Perú juega un rol importante desde varios ángulos. En primer lugar, por ser uno de los países de mayor producción y exportación de cocaína. Además, porque lleva varios años intentando estimular los cultivos alternativos a la hoja de coca. Tanto en la lucha contra las drogas como en la conversión de cultivos, el Estado Peruano cuenta con un apoyo directo de Estados Unidos. Uno de los países que más droga peruana consume es uno de los que más ayuda a frenar esta industria ilícita.

Desde un panorama geopolítico, hay países ultraconservadores (Rusia, China, Irán) en los que el consumo y tráfico de drogas tienen sanciones penales durísimas. Luego están los países más progresistas (Colombia, México y varios de Europa) que piden replantear todo el esquema y que dejan abierta la opción de legalizar algunas drogas.

El Perú figura entre los países relativamente conservadores y que defienden el esquema tradicional. “Existe una falsa dicotomía entre reformistas y conservadores”, dijo días atrás en una entrevista a la revista “Poder” el presidente ejecutivo de Devida, Alberto Otárola. “Admitamos que podría haber sido el eje de la seguridad o el control de la oferta el que ha tenido protagonismo. Pero lo que dice el Perú al respecto es que debe haber una posición equilibrada, coherente. La lucha contra las drogas es integral. No la podemos reducir a la prevención o al enfoque de salud”, agregó.

Durante la cita en Nueva York se firmó un  acuerdo, bajo el título “Nuestro compromiso conjunto para abordar y contrarrestar eficazmente el problema mundial de las drogas”. Uno de los puntos acordados es “mejorar el acceso para fines médicos y científicos a las sustancias fiscalizadas eliminando de manera adecuada los obstáculos que lo entorpecen, incluidos los relacionados con la legislación”.

En otro de ellos se acuerda “promover políticas, prácticas y directrices proporcionadas en lo que respecta a la imposición de penas a los delitos relacionados con las drogas, de modo que la severidad de las penas sea proporcional a la gravedad de los delitos y que se tengan en cuenta factores tanto atenuantes como agravantes”. La Ungass sirvió para actualizar algunas posiciones, pero la discusión aún tiene un final abierto.

Lee también:

Contenido sugerido

Contenido GEC