La Dirandro asegura que acabará este año con las narcopistas
La Dirandro asegura que acabará este año con las narcopistas
Redacción EC

RICARDO LEÓN ALMENARA
VANESSA ROMO ESPINOZA

El valle de Pichis Palcazú, uno de los puntos de tráfico aéreo de droga más activos del país, fue nuevamente intervenido por agentes de la Policía Antidrogas entre el 19 y 27 de mayo. En esa operación, se destruyeron 30 pistas clandestinas y se detuvo a 14 personas involucradas. 

El coronel Víctor Zanabria, jefe de la División de Operaciones Especiales Antidrogas del Frente Huallaga, contó a que en este momento solo hay dos pistas operativas que no pudieron ser destruidas porque estaban en lugares muy lejanos y su eliminación se ha postergado. 

Zanabria comentó que para este año hay una meta optimista: “El objetivo es que ninguna de estas vías esté habilitada para el despegue y aterrizaje de avionetas con droga a fines de año”. El coronel agregó, sin embargo, que es muy probable que los narcotraficantes reconstruyan algunas de estas pistas destruidas.

De acuerdo con información policial, estas pistas demoran cinco días en ser reconstruidas. Si demoran más, se opta por habilitar una nueva. “En el 2013, se destruyeron 77 pistas [en Pichis Palcazú]. En ese entonces, estas se ubicaban cerca de los ríos, lo que hacía fácil el traslado de los policías. Pero cada vez están en zonas más alejadas”, agregó Zanabria.

TAREA INSUFICIENTE
Entonces, la solución al tráfico aéreo de droga no radica en la destrucción de pistas. El viceministro de Defensa, Iván Vega, declaró el año pasado que esta es una “medida paliativa” y que el “plan fuerte” de este gobierno era la interdicción aérea. Esta tarea consiste en el derribo de avionetas que entran ilegalmente al cielo peruano.

Una ley ampara la interdicción aérea, la cual se realizó desde 1995 hasta el 2001, año  en que se derribó por error una avioneta con misioneros estadounidenses. Entonces, se acordó con Estados Unidos, que cooperaba con esta interdicción, que se suspendería esta acción.

Para el analista en temas de narcotráfico Rubén Vargas, el problema de tráfico aéreo sobrepasa las capacidades de la Policía Antidrogas. Él cree que es necesario enfrentarlo nuevamente con la interdicción.

“La Fuerza Aérea no cumple su responsabilidad en esta lucha. Nuestro espacio aéreo es vulnerado y la institución sigue callada”, dice. Mientras tanto, las pistas se siguen esparciendo por el país, sobre todo en otro valle más riesgoso, el de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

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