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La población del Vraem participó ejemplarmente en elecciones - 2
Ricardo León

Un domingo cualquiera en las principales ciudades del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) se vive más que nada en las plazas, donde se organizan extensas ferias de venta ambulante de comida, medicina natural, ropa y juguetes. Pero el de ayer fue un domingo distinto, igual de dinámico pero no de tranquilo.

En Pichari, la principal ciudad de este territorio, todas las mesas de votación se ubicaron en un solo local, el centro educativo La Victoria. Dentro del colegio, los militares se ubicaron en todo el recinto en alerta permanente y revisaron cada paquete que entraba. Fuera, la policía cerró las calles a dos cuadras a la redonda.

A una cuadra de este lugar se ubica la base militar del Comando Especial Vraem. La tarde del sábado, llegaron a este cuartel los cuerpos de cinco fallecidos en la emboscada y posterior enfrentamiento registrado en Acobamba, Junín. Por la noche, como informó este Diario, ingresó una camioneta con varios ataúdes y se llevó a cabo el velorio (privado, sin acceso a la prensa). La mañana del domingo, a la misma hora en que se abrían las primeras mesas de votación, los cuerpos de los militares y un civil muertos eran colocados en ataúdes para luego ser enviados a sus zonas de origen.

(Dante Piaggio / El Comercio)

Buena parte de la población indígena del Vraem viajó por horas para votar en los centros poblados. (Dante Piaggio / El Comercio)

DEMOCRACIA ANTE TODO
En otras ciudades, el panorama alrededor de los centros de sufragio era similar. En Kimbiri, toda la jornada se concentró en el colegio Divino Maestro, y en San Francisco en el 390117. Al igual que en Pichari, las ferias se instalaron muy cerca.

Muchos de los pueblos del Vraem están unidos por una carretera que, una vez finalizada, los conectará con Huamanga. Esta representa, geopolíticamente, un avance importante frente a Sendero Luminoso y el narcotráfico porque rompe el aislamiento de algunos pueblos de la zona.

Y, justamente, por ello es una zona en riesgo. Informes de inteligencia de los últimos días alertaban sobre hostigamientos de senderistas escondidos en las laderas que rodean la vía durante el traslado de los policías y las Fuerzas Armadas hacia localidades donde se resguardarían lugares de sufragio. “Ellos [los terroristas] nos están esperando”, dijo una fuente militar que opera en esta zona. Por esta razón no se desplegaron militares en la carretera. Mejor era prevenir y evitar.

Quienes sí circularon por esta vía fueron los electores locales. Pese a amenazas –las explícitas y las tácitas: por la mañana se rumoreó que había trapos rojos colgados cerca de San Francisco, aunque no se confirmó–, las elecciones se llevaron a cabo con normalidad en el Vraem, acaso la zona más difícil, sensible y frágil del país.

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