El exministro del Interior Carlos Basombrío cuestiona las respuestas que dio ayer el titular de Trabajo, Iber Maraví, ante el pleno del Congreso, que lo interpeló por sus presuntos vínculos con atentados de Sendero Luminoso en la década de 1980 y una facción radical del magisterio.
— ¿Fueron convincentes las respuestas del ministro Maraví ante el pleno?
Me parece que el señor Maraví ha tenido una presentación muy hábil diciendo medias verdades. En cualquier diálogo y confrontación documental, estas quedarían desvirtuadas. Con respecto a lo que he escuchado de los congresistas, los he visto muy convencidos de que su presencia en el gobierno no es deseable.
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— El ministro aseguró que los atestados policiales que lo vinculan con atentados de Sendero Luminoso en la década de 1980 no son por sí mismos pruebas irrefutables.
Esa es una verdad de Perogrullo. Los atestados policiales son una herramienta en un proceso de investigación adicional. Cuando se ha tratado de investigarlo, estaba no habido. Había desaparecido y evidentemente ya sabemos dónde estaba por las declaraciones de sus propios colegas. Un congresista en su intervención dijo que era curioso que el señor Maraví siempre haya estado en el lugar donde ocurría la violencia. Todas las casualidades lo llevaron a estar en los lugares donde estuvo Sendero Luminoso y todo, según él, es casualidad. No parece ser cierto.
— También justificó que no tiene sentencias condenatorias ni procesos pendientes.
Tiene una sentencia condenatoria de cuatro años de prisión suspendida por actos vandálicos contra el Gobierno Regional de Ayacucho. [Maraví aseguró ante el pleno del Congreso que esa sentencia se anuló, aunque no mostró documentos]. También dijo que no estaba en el Movadef, en el Conare, pero figura como vicepresidente en el acta de fundación del Conare.
— ¿El Congreso quedará debilitado si cierra este caso solo con la interpelación y no llega a una censura?
La respuesta es corta y directa. No me queda la más mínima duda de que el Congreso se debilitaría.