El analista político y consultor en temas de seguridad Carlos Basombrío consideró que las declaraciones del presidente de la República, Ollanta Humala, y del ministro del Interior, Daniel Urresti, sobre el sicariato en el Perú son “profundamente equivocadas, bastante irresponsables y denotan poco conocimiento del problema”.
“No entienden que el sicariato es la manifestación del crimen organizado, es una herramienta, y que el crimen organizado extorsiona a personas correctas”, dijo en declaraciones a El Comercio.
Basombrío también descartó que la gran mayoría de las víctimas de los sicarios sean delincuentes, y recordó, solo por mencionar algunos, los casos de Luis Choy, fotógrafo de El Comercio; Ezequiel Nolasco, ex consejero regional de Áncash; Marzony Vásquez, alcalde del distrito de Amarillis, todos ellos asesinados por sicarios. A ellos se pudo haber sumado el mes pasado Maribel Gutiérrez Chacón, dirigente de Polvos Azules.
Mientras Daniel Urresti dijo el lunes que el sicariato debería preocupar principalmente a los delincuentes, Ollanta Humala resaltó que se trata de un producto de la globalización.
“No se puede menospreciar el sicariato. Los crímenes ocurren en lugares públicos, lo que aterroriza a la población. Es un trauma colectivo. Además, las balas que matan, pueden alcanzar a otras personas en los ataques”, dijo Basombrío.
Basta recordar que hace poco más de un mes, una niña de 10 años murió de tres balazos, cuando un par de sicarios intentaron asesinar al padre de la menor.
“Es una respuesta frívola e irresponsable. El ministro Urresti prácticamente está diciendo: “Qué bueno, los delincuentes se están matado entre ellos”. Eso es un abdicación de las responsabilidades del estado, que es el que debe luchar contra la delincuencia”, dijo.
Basombrío también desmintió que el sicariato sea un fenómeno de décadas. “Hasta el 2007, prácticamente no existía sicariato en el Perú. Tan es así que los asesinos de Myriam Fefer trajeron sicarios de Colombia”.